𖥻 TRACK 16: HOTLINE [ Charles Leclerc ] | Fórmula Uno

V

—¿Son ciertos los rumores, Yael? ¿Estás con Charles?

—¿Nos podrías confirmar si Charles Leclerc ha engañado a la maquilladora Kitty Lyn?

—¿Verificas que vosotros tenéis una relación especial desde que sois pequeños?

—¡Por favor, Yael, responde! Danos alguna primicia. ¿Estáis juntos?

Todo lo de mi alrededor empezó a darme vueltas. Una vez había entrado en el paddock, los periodistas de la revista SubRed me habían acribillado y acorralado y no había tenido opción de poder huir de ahí.

SubRed era lo que se conocía como la prensa para los que querían un buen cotilleo sin importar si era verídico o no lo que se decía. Solían hacer daño con sus artículos, y para conseguir una novedad, no les importaba acorralar a esa persona en un círculo para tener algo mínimo.

Y eso era lo que me habían hecho a mí.

—Yael Dugés es la fotógrafa oficial de Ferrari, solo responderá ante eso. Lo demás son especulaciones hacia ella de las que no será partícipe, muchas gracias. —José me sacó de aquel círculo sujetándome por los hombros.

Peter y Sarah se dirigían rápido hacia mí una vez fueron conscientes de todo.

Miré a mi hermano.

—¿Estás bien?

—Lo estoy. Solo han sido un par de personas queriendo algo para sus revistas.

—Bueno... parecían haberte acorralado, y no ha debido de ser agradable —apuntó Sarah algo preocupada.

—Estoy bien.

De repente, en mi campo de visión apareció Charles, que intentó acercarse lo más rápido posible a nosotros, pero en mitad del proceso, José le hizo un gesto con la cabeza y se detuvo en seco.

—Dispersaos —susurró José—. Que no parezca que esto ha sido relevante.

—Es que lo ha sido —aseguró Peter.

—Sí, pero no tienen por qué saberlo ellos.

Y con ellos se refería a la prensa. Peter me dio un apretón en el hombro antes de dirigirse al garaje de Aston Martin con Sarah. José y yo, por el contrario, íbamos al de Ferrari.

—¿No me habíais dicho que todo estaba solucionado?

—Y así era.

—¿Entonces? ¿Qué ha pasado?

—Los rumores siguen por internet, Yael. La gente solo quiere una buena noticia, un buen espectáculo. No le des más atención de la necesaria. Al final, saldrá una cosa nueva y eso se quedará en nada.

Me escuché suspirar y me dirigí directamente hacia donde estaban mis cosas para empezar a fotografiar. Era consciente de las miradas puestas en mí, incluso de alguna que otra cámara apuntándome. Pero no debía reaccionar fuera de lugar, o les daría una excusa para arremeter contra mí de nuevo.