— ¿Que pensaste, Vogrincic? ¿Que ibas a conseguir un beso mío así por qué si? Que equivocado estás.. — amague con besarlo y me aleje.

— ¿Que haces?— me miro confundido.

— Yo vine a hablar con Agustín, no a qué me quieras comer la boca, nos vemos. — le sonreí sarcástica y entre al camerino de Agus.

—¿Que haces acá vos? — me miro y rápidamente volvió la mirada a su celular.

—¿Me buchoneaste con que Enzo estaba en mi camerino? — me mande de una.
Él río.

—¿Que decís,Julia? Mira si yo me voy a meter en eso mandándote al frente con Matías.

— Si si, hacete nomás. Total no sé para que intentas mentir, ya sé que vos lo hiciste. — intenté salir del camerino.

— Bueno, si lo hice yo. Pero solo porque me molesta que estés a solas con Enzo. — hablo luego de un silencio.

— ¿Por qué te molesta? — me di la vuelta.

— Porque no me parece que te esté tratando de buscar cuando está de novio, mira si te hace lo mismo que a Sofía. — me miro.

En parte tiene razón.

— ¿Solo por eso? Yo sé cuidarme sola, Agustín. — necia que soy, dios.

— No, y sabes muy bien por qué lo digo. — okey, mis nervios aparecieron porque este hombre me estaba clavando la mirada.

—¿Por qué? — me hice la boluda.

— Porque me gustas, Julia. No cuesta tanto entender. — se acercó a mí y sin que pueda decir nada me beso.

— Para, Agus. Mira si alguien entra. — dije en un susurro al separarme de él, me tomo por la cintura acercándome a él.

— Estamos en mi camerino, ¿Quien nos va a ver? — intento volver a besarme, corrí la cara.

— Está Enzo afuera, mira si entra. — tome con mis manos su cara, frenandolo.

— Ah, está él.. — se separó. — bueno, anda. Yo me voy al set. — agarró su saco y salió del camerino dejando la puerta abierta para que yo saliera.

Cómo lo esperaba, Enzo seguía fuera en los pasillos. Estaba apoyado en la pared cruzado de brazos y serio.

— ¿te dejo sola tu novio? — se mordió el labio mientras negaba, ¿Se estaba burlando? Se fue sin decir nada más.

Me dirigí al set, dónde estaban los chicos.

— ¿Que hago si me gustan dos al mismo tiempo? — largue de una apenas me senté al lado de Esteban.

— Ay, corazón que carita que tenés. — Esteban  puso su brazo en mi hombro, abrazándome. — Pará, ¿Cómo que te gustan dos? — me miro extrañado.

— Bueno gustar no sé, pero me llaman la atención dos personas, ¿Que hago, kuku? — lo mire preocupada, él es mi consejero.

— Yo te ayudo, corazón. Pero decime,¿Uno te llama la atención más que otro? — me miro poniéndome atención.

— Creo que si. — miré a Enzo, que o casualidad no estaba solo, estaba con ¿Sofía?, no creo. No era rubia, era morocha.

— Ah, ya sé de quienes hablas. — miro a dónde yo miraba, a Enzo con esa. — Ju, mi vida. — me tomo con delicadeza mis cachetes. — te sacan 10 años, son muy grandes para vos. — murmuró. Parece mi papá.

• 𝙏𝙀𝙉𝙏𝘼𝘾𝙄𝙊𝙉 • | Enzo Vogrincic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora