Fue lindo. Me hizo sentir cómoda.

—Pusiste esa cara. —Cuando salí de mis pensamientos tenía a Hunter y Julie cerca de mi observándome como si fuera una obra de arte en un museo. O bien una especie en cautiverio.

—¿En qué pensabas? —Hunter sonrió, sabía lo que significaba esa sonrisa. —Pensabas en Madison. De seguro, —Él se alejó un poco. —pensabas en lo linda que se veía en traje de baño. —Él junto sus manos mientras me hacía ojitos. —O en lo lindo que debía verse su cabello.

—Oh, Madison. Por favor bésame. —Julie lo imitó. —De seguro pensabas en lo linda que se veía bajo la luz de la luna mientras paseaban en la playa.

—O en lo suave de su piel mientras se aplicaban bronceador. —Sentía mis mejillas hervir.

—O lo mágico que se veían sus ojos mientras las luces de las velas se reflejaban en ellos.

—O...

—¡Basta! —Los detuve luego de esa humillación. —Yo no pensé nada de eso. —Mentí.

—Te conocemos lo suficiente para saber que es así.

—Es su culpa por obligarme a ver sus tontas películas de romance y, sobre todo, es culpa de Julie que me hacía romantizar todo desde que tenemos 5 años. —Los aparté para irme a la cocina para buscar algo de comer, esta charla me estaba provocando un apetito gigante.

Quizás era la ansiedad.

—Solo bromeábamos, tranquilízate. —Hunter fue el primero en seguirme. —Pero no es difícil creerte.

—¿Por qué es difícil?

—Porque es evidente que le gustas. —Casi deje caer la taza que había tomado ante las palabras de Julie. —¿No eres capaz de notarlo?

—¿Ustedes creen? —Ambos se miraron y Hunter se acercó a mi para darme golpes suaves en mi cabeza. —¿Qué haces?

—Verifico que tu cerebro siga ahí.

—Claro que si, Noah.

—No lo creo. —Solté un suspiro.

—Te lo estamos diciendo.

—¿No creen que una mujer como Madison sería esa clase de persona directa y confiada?, digo mírenla. Ella siempre resuelve los problemas y las veces que hemos hablado parece ser esa clase de persona. Además, cuando me besó... —Mierda.

—¡¿Qué?! —Gritaron demasiado fuerte.

—Julie, te dije que ella ya no nos quería como antes.

—Noah, pensaba que era tu mejor amiga. Escondérselo a Hunter, lo entendía. ¿Pero a mí? —Me preguntaba cómo termine prácticamente viviendo con estos dos. Quizás si debía conocer a más personas.

—Fue algo tonto. Fue un accidente, además antes de eso dijo que éramos amigas. Creo que eso es un mensaje claro.

—Uh, bueno. Creo que hasta acá llegó tu historia de amor. —Mi amigo posó su mano sobre mi espalda para darme palmadas, yo sólo asentí confirmando mi tragedia.

—No sean pesimistas. —Miramos a Julie. —Ninguno conoce a Madison, no sabemos cómo es en realidad más que por los relatos de Noah, los cuales son bastante... inútiles.

—Hey. —Me quejé.

—Bien, usando otras palabras, no son de fiar. Podemos intentar probar si Madison está interesada o no.

—¿Cómo podríamos probar eso? —Me arrepentí de preguntarlo inmediatamente cuando vi la sonrisa maliciosa de Julie aparecer.

Julie podía ser la persona más romántica que alguien podrá conocer, y por esa misma razón, cuando se trataba de amor podía convertirse en la persona más maquiavélica.

Caminos a Ti.Where stories live. Discover now