Desde Los Ángeles llega Luisa al pequeño y misterioso Goodsborn, llega para visitar a su prima Maria, en una noche fría y escalofriante de simples juegos adolescentes, hasta una desaparición. Un pequeño pueblo no tan feliz ni ordinario, es todo lo c...
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Siempre había amado las ciudades grandes como lo son New York, California, o mi ciudad natal, Los Angeles, no me disgusta la idea de visitar a mi familia de Goodsborn pero nunca me a gustado ese lugar. Siempre a tenido una vibra muy rara, igual solamente iré por un par de meses.
-Bajo del auto que me llevo del aeropuerto a la casa de mi tía Susan.-Toco la puerta esperando que alguien me abra. -Creo que no hay nadie-.Dije en voz baja.
Empece a observar el vecindario y como siempre, había algo extraño en las personas, tal vez en hecho de que hace mucho o venia a Goodsborn y ya no me reconocían en el pequeño pueblo, pero soy la pequeña que venia todos los veranos a pasar tiempo con su prima. La pequeña que le temía al lago y el tenebroso bosque el cual tenía miles de historias. -.El buen Goodsborn, nunca cambia-.Ni mi miedo hacia el había cambiado. -.¿Prima, eres tú?.- Escuché una voz familiar, la cual me alegraba de estar en el pueblo. -.¡Maria!.- Dije soltando las maletas que detenía con mis manos. -. ¡Tanto tiempo!.-Dijo Maria abrazándome.-Bueno, pasa, no te quedes afuera.
Entre a la casa y desde fuera de podía persivir un olor de galletas, las típicas galletas que hacía mi tía cuando venía de visita.
-. Le dije a mi madre que no era necesario que las hiciera, por lo que paso la última vez que viniste.- Hubo un silencio de pocos minutos.
-.Oh, si, pero eso ya lo trabaje.- En realidad no, pero no venia a preocupar a nadie con mis problemas.- Así que claro que probaré una de esas deliciosas galletas.- Dije volteando a ver a la cocina con una pequeña sonrisa.
-. ¿Lo ves? Ella si sabe apreciar las delicias que hago.- Dijo mi tía acercándose. -. Delicias que nunca salen bien.- Dice Liam, hermano de Maria, mi primo. -.Solo necesitaba un poco de práctica para que pudieran quedar deliciosas.- Dice mi tía sirviendo galletas en la mesa de la entrada. -. Y no dudo que si lo estén.- digo volteando a verlas. -. Claro que si, toma una querida.- Dice mi tía con una sonrisa en el rostro obligándome a tomar una.
Nunca había sentido tanta presión en poco tiempo, estaba mi tía, mi primo y mi prima esperando a que tomara una simple galleta, por que solo es eso, una simple galleta, ¿no?
-.Tomó la galleta y le doy una pequeña mordida. -.Bueno María, acompaña a Luisa arriba para que suba sus cosas. -.Claro madre.- Dice Maria tomando una de mis maletas para subirla a la habitación de arriba. Subo detrás de ella subiendo la segunda maleta, Liam fue a la cocina junto a mi tía, así que aprovecho para poder esconder la galleta en mi bolsillo, la cual solo tenia una pequeña mordida, no es que no supiera rica, de hecho, estaba deliciosa pero no tenía planeado comerlas ahora, ni luego.
