Pero ahora corría de un lado a otro, llevando platos de una mesa a otra mientras intentaba no tropezar con sus piernas torpes.

—Vale, creo que está todo — dice Tiffany, apoyándose en la pared detrás de la barra, y él hace lo mismo a su lado—. De todas formas, ya no quedan más mesas vacías y hemos servido todos los platos.

—Sí, creo que podemos descansar un poco.

JiSung sonríe, porque a pesar de estar cansado y haber trabajado mucho, se sentía muy feliz. Tenía todo lo que podía pedir y nunca se había sentido tan cómodo en un lugar, tan seguro de algo en su vida.

Aquel lugar podría ser todo lo que alguna vez había buscado.

—¿Vendrás mañana? — pregunta Tiffany, girando la cabeza para mirarlo, y él sabe perfectamente a lo que se refiere.

—No lo sé — dice sincero, porque realmente no lo sabe.

Quería ir sin duda, distraerse de sus propios pensamientos y pasar un rato agradable con sus nuevos amigos. Pero la idea de pasar la noche bajo la fría mirada de MinHo le hacía querer negarse por completo.

Tiffany asiente y ambos se quedan en silencio, observando a los clientes que llenaban la cafetería, haciendo un ruido casi ensordecedor. JiSung se fija especialmente en una mesa grande con chicos jóvenes que comían, reían y bebían cerveza como si no hubiera un mañana.

Y si seguían así, tal vez no lo habría.

Pero su atención se desvía rápidamente cuando escucha el sonido de la puerta abriéndose.

MinHo entra en la cafetería, luciendo sus skinny jeans negros, chaqueta de cuero y con un cigarrillo detrás de su oreja. Y JiSung, al verlo, siente el impulso de salir corriendo y esconderse, golpearse contra la pared hasta perder la conciencia para no tener que enfrentarse a él.

MinHo lo ponía nervioso, de una manera en la que nadie más lo había hecho antes. Y eso le molestaba, porque no sabía por qué.

—¡MinHonnie! — los ojos de Tiffany brillan al verlo, y una sonrisa enorme se dibuja en su rostro mientras se acerca al castaño para abrazarlo con fuerza.

Es casi gracioso cómo ambos reaccionan de manera completamente distinta ante su presencia.

Se nota el cariño que todos le tienen a MinHo, y él es testigo de ello constantemente.

—Hola, Tiffany — MinHo la abraza de vuelta con una sonrisa.

Sonreía.

MinHo estaba sonriendo y por alguna razón, su corazón se acelera ante ello. Verlo sonreír por primera vez es todo un espectáculo, tiene una sonrisa preciosa y se pregunta cómo alguien con una sonrisa tan bonita puede mantenerse serio todo el tiempo.

«Solo es serio contigo porque por alguna razón te odia», se dice a sí mismo, recordando que MinHo no era un completo imbécil con todos, solo con él.

Tan solo con él.

—Solo venía a por algo de cenar — dice acercándose a la barra junto a Tiffany, ignorando por completo la presencia del peliazul.

JiSung se siente un poco pequeño, aún apoyado contra la pared detrás de la barra, mirando la escena como si fuera un fantasma, invisible.

—¡MinHo! ¿Qué te hemos dicho Felix y yo? — el mencionado rueda los ojos aún con una pequeña sonrisa.

—Algún día aprenderé a cocinar, pero no será hoy — Tiffany pone los ojos en blanco, pero su sonrisa se mantiene intacta. Luego acaricia suavemente la mejilla del ojiazul.

❝Heart cold as ice blue❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora