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Debería haber sabido por adelantado que su día no sería el mejor.

Dejo su departamento con una sonrisa que perdio en el camino, se puede decir que Carlos es un hombre pesimista y poco soñador, aunque ¡Hey! estaba dirigiéndose a lo que conformó parte de su sueño en años, y lo hacía feliz— como siempre, lo único que podía arruinar su recién empezado día podía ser la lluvia.

Y asi fue, apenas giro en las primeras cuadras las gotas avisaron con calma que sería una tormenta molesta y duradera, la llovizna fue piadosa y dejo que Carlos llegara un poco mojadito a su trabajo.

Se adentró en el edificio antiguo saludando a la recepcionista que conocía hace años, para rápidamente pasar por la cafetería a pedir su café habitual, y finalmente subir hasta su oficina.

Fue recibido con alegría por Clara, su recepcionista personal y favorita, aunque es la primera que trabajaba junto a él.
Ella era una muchacha despreocupada y risueña que aun así podía ser seria y súper aplicada a su trabajo, cosa que Carlos felicitaba y agradecía, porque no había cosa que el mayor odiara mas que con lidiar con las cosas de los demás.

Eso era un problema recurrente en el mayor, era tan solo una de las tantas curiosidades que lo describen como persona.
Nunca le había agradado trabajar junto a alguien, compañeros hombres o compañeras, siempre era explicito sobre como le gustaba ejercer sus dotes detectives sólo, y el departamento solamente había logrado que Clara intercambie oficinas y aveces algunos papeles juntos, pero sacando eso del camino, había jornadas laborales en donde Carlos no intercambiaba ni una sola mirada con la menor. Frio.

Eso no significaba que la desprecie, todo lo contrario, la amaba y habían logrado crear una amistad envidiable. Pero Clara siempre se preguntaba porque este comportamiento tan.. ¿Solitario? Ella personalmente no creía que fuese por dinero, ni por competitividad, bueno mas que nada porque el Sr.Sainz era de los que mas destacaba en el departamento entero, no sobre su especialidad si no por su joven edad. Asi que solamente era un capricho laboral.

Volviendo a la realidad, Clara saludo como todos los días a su compañero, aunque no era la mejor palabra.

— Su café del día señorito — Se adelantó Clara mientras se saludaban con un beso mejilla a mejilla.

— Oh, ya pedí el mio..— Miro confuso el pelinegro.
— E-esta bien Clara, mas para mí.— Sonrió con inocencia, parecía un niño con los vasos de café en cada mano, dirigiendose hasta su oficina.

— La señorita Cambridge dejo una carta para usted, específicamente porque los demas la han recibido también- Aunque anteriormente Señor..— Se acercó con precaución a donde ahora Carlos abría su laptop.

— Que decía, ¿vino explícitamente acá?— Suspiro, tratando de imaginar algo a lo que el ya suponía.

— Es sobre... El proximo caso, y sobre su conducta señor.— Hablo con timidez Clara, Carlos pudo notarlo rápidamente cuando se dirigió hacía el como 'señor' o 'usted' cosa que ocurre poco, debido a la confianza que se tenían.

Y como no, a los ojos de Sainz, Cambridge era terrorífica, Sus ojos magenta y rojizos, sus dientes afilados que siempre se encuentran expuestos, su tono de voz grave, también por su semblante serio y reconocido, el simple hecho de ser nombrada internacionalmente como "La primera Vampiresa Detective" que resolvió mas de 100 casos en 2 años, Carlos se sentía insignificante, trago en seco para luego abrir la carta virtual que la asistente de Cambridge había dejado en su correo.

La carta decía:

Estimado Carlos Sainz Junior,

Aunque valoro tu compromiso, siento que su dinámica laboral carece de interacción y colaboración.
Por esta razón, he invitado a Lando Norris, a unirse a usted como compañero de trabajo.
Espero que consideres la posibilidad de trabajar en conjunto para lograr mejores resultados y que deje su terquedad detrás.

Pasivo Agresivo 𖤐 CarlandoWhere stories live. Discover now