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No había marcado su número desde que me lo dio, no sabía ni siquiera que decirle, con que cara le miraría después de que mencionara que estaba consciente de las fotografías.

A pesar de que me intimido demasiado solo borre las que tome ese día, aun quedaban registros de él en la memoria de mi cámara. 
Estaba empezando a oscurecer cuando regresaba de la escuela, mis vacaciones habían terminado y con ellas mi oportunidad de tener un amor de invierno.

Me detuve unos segundos en el mismo café en donde habiamos conversado, sin entrar, simplemente mirando todo el lugar por fuera, como se reflejaba mi silueta en el cristal de la puerta.
El aire que corría era helado, avisando que el invierno aún permanecería.

-¿No va a entrar? -salte al escuchar una voz familiar detras de mi, exactamente la voz del chico que inundaba mis pensamientos.

Con una mano en el pecho intente aliviar el susto que me había dado, mirandole por el cristal sin darme la vuelta. Negue ligeramente con la cabeza a su pregunta.

-¿Por qué no llamaste? -dijo en voz baja.

-¿Qué iba a decir? Me dijiste que llamara solo si tenía un percance con alguna maldición.

-Aun así, creí que llamarías... Como sea, hay que charlar adentro, hace frío aquí afuera.

Me di la vuelta para verle la cara, sus mejillas se coloreaban de un rosa sutil.

-¿Para que me vuelvas a dejar sola Kamo? -de sus labios salió una pequeña carcajada que murió cuando miro mi rostro serio -me voy a casa.

-¡Espera,____! -sus manos heladas tomaron mi muñeca nuevamente, ya había olvidado como se sentía su tacto -Permítame acompañarla a su casa... Solo para asegurarme que no le tome fotografías a alguna maldición que se encuentres en el camino.

Me dio una ligera sonrisa antes de soltar mi mano a la cual correspondí.

-Espero que camine rapido de ser así. -respondí empezando a caminar.

Después de unos segundos de darme la vuelta sentí un ligero peso rodear mis hombros. Sus manos envolvieron la bufanda que él vestía hace unos segundos. Sin decir ninguna palabra más empezamos a caminar hacía mi hogar.

Todo el trayecto fue tranquilo, de vez en cuando sentía su mirada en mi haciendo que mis mejillas se pintaran de rosa.

-En los edificios de enfrente es en donde vivo -le dije señalandolos una vez que estuvimos cerca.

-Bien, ¿le importaría si le acompaño hasta la entrada del edificio? -su mirada era tan decidida que no pude negarme.

Al llegar a la puerta me detuve sin querer entrar, deseaba haber caminado más lento si eso significaba más tiempo a su lado.

-Señorita ____, conserve la bufanda, hace frío afuera. -tomo ligeramente mi mano y depósito un beso antes de desaparecer de mi vista.

Definitivamente me sentía atraída hacía Noritoshi Kamo, desde su personalidad hasta cada acción que hacía.
«¿Todo el camino estuve concentrada en su olor para no olvidarlo y ahora me dice que puedo conservar un poco de él?»

Wake me up・⁠。゚⁠:⁠。Noritoshi KamoWhere stories live. Discover now