Liam se había disfrazado un poco, usando una sudadera encima de la ropa que tenía y ocultando sus ojos tras unos lentes. Esperaba que al menos fuese suficiente para lograr salir del centro comercial.

—Liam, ya vienen hacia acá. Dame veinte segundos y luego haces tu parte —Louis avisó, preparándose para salir del baño.

Liam asintió—. Cuídate Lou.

El mayor le dio una mirada de ojos brillantes, asintiendo—. Y tú Li. Cuídate y no te olvides de mí.

El menor le sonrió, negando—. Jamás me olvidaría de ti.

Tras un asentimiento más y con los guardaespaldas acercándose a unos metros, Louis empujó la puerta por completo y salió, comenzando a caminar hacia ellos.

—¿No han visto a Liam? —fue lo primero que dijo al llegar hasta ellos.

Ambos hombres se detuvieron y le miraron con atención. Ellos eran altos, grandes, y naturalmente alfas. Vestidos de negro y con gafas.

Uno de ellos alzó una ceja—. El joven Liam estaba con usted.

Louis asintió—. Sí, apenas se fueron se dio cuenta de que había olvidado una bolsa en una de las últimas tiendas. Dijo que iría a buscarla, ¿no lo vieron por ahí?

Ambos hombres se dieron una mirada rápida, no lo demostraron, pero se les apretó el corazón.

—No señor, pero lo buscaremos. De inmediato.

—Oh, no se preocupen. Seguro está por ahí en alguna tienda, se fue en aquella dirección —señaló a las espaldas de los hombres, por lo que ambos se dieron vuelta y comenzaron a caminar. El ojiazul fue detrás de ellos, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho.

A una distancia prudente, Louis volteó hacia atrás durante apenas dos segundos, distinguiendo la silueta de un chico con sudadera gris escurriéndose con facilidad entre la multitud en la dirección contraria a la que Louis y los guardaespaldas caminaban.

Exhaló un suave suspiro, volviendo su mirada al frente y manteniéndose neutral en su expresión.

Lo iba a extrañar muchísimo.

[...]

—¡Es tu puta culpa! —Zayn vociferó, señalando a Louis violentamente con su dedo índice mientras iba y venía alrededor de la habitación en la que se encontraban luego de haber llegado del centro comercial—. ¡Y de ustedes! —Zayn se giró en dirección a los guardaespaldas, que permanecían con la cabeza abajo y totalmente sumisos ante el poderoso purasangre que estaba esparciendo intensas feromonas, haciendo demasiado evidente lo enfurecido que se encontraba—. ¡Estarían muertos de no ser porque todavía necesito saber qué demonios ocurrió!

Louis estaba de pie delante de Harry, quién comenzaba a respirar con dificultad por tener a otro alfa tratando de sobreponerse ante todos en la misma habitación, y que encima, estaba atacando a su omega. Zayn señalaba directamente a Louis, le gritaba y lo culpaba y realmente lucía como si quisiera lanzarse encima suyo para lastimarlo. Harry esperaba que no lo hiciera, porque entonces no podría evitar asesinarlo allí mismo. Zayn era como un hermano, pero Louis era su omega.

A pesar de todo, la postura de Louis no flaqueaba en absoluto, sus ojos azules y profundos estaban bien puestos en Zayn, siguiendo cada uno de sus movimientos, analizándolo y repudiándolo interiormente a partes iguales.

El alfa pelinegro parecía un animal en cautiverio, listo para atacar a cualquiera que estuviera demasiado cerca. Estaba totalmente fuera de sí, respiraba con dificultad y gruñía una y otra vez.

—¡Tú hiciste esto, sabía que no debía dejarlo ir contigo! —Zayn volvió a exclamar.

Louis sabía que debía aparentar confusión y sorpresa después de anunciar la desaparición de Liam tras haber llegado de su salida, fingiendo que no había tenido que ver en absoluto. Pero no era tan fácil, no cuando quería gritarle a Zayn Malik que ese maldito número de alfa mártir no le quedaba en absoluto, no cuando se había dedicado a hacer la vida de Liam miserable durante todo ese tiempo. No cuando le había despreciado delante de todos, cuando le había hecho a un lado y le había humillado cruelmente de tantas formas.

Luna de Sangre | Larry StylinsonDove le storie prendono vita. Scoprilo ora