Finalmente salió de su burbuja cuando un suave revolotear de hojas se escuchó. Abrió los ojos y encontró a su rubio amigo, quien había arrojado una carpeta sobre su propio escritorio y había bostezado suavemente, recargándose en su asiento y cerrando los ojos.

—He terminado finalmente de revisar el papeleo con lo de Irlanda —murmuró Luke—. Va bien. No hay nuevas noticias, todo parece ir con lo planeado.

Harry asintió, volviendo a recargarse en el respaldo de su enorme silla de cuero negro mientras jugaba con un lapicero entre sus labios. Volvió a relajarse y suspiró, una nueva sonrisa apareció en su rostro.

—Compré una isla —mencionó el purasangre.

Observó como Luke levantó la cabeza y le dedicó una mirada extrañada—. Disculpa, ¿compraste qué?

—Una isla. —Harry repitió.

—Una isla. —el alfa rubio parpadeó. Hubo algunos segundos de silencio, luego habló de vuelta—. Como... ¿Una completa? ¿De verdad?

La sonrisa de Harry solo se hizo más grande—. Sí.

—¿Por qué compraste una isla completa, Harry? Si se me permite saber, por supuesto —Luke entrecerró suavemente los ojos, acomodándose mejor en su lugar. Seguía frunciendo el ceño a Harry, evidentemente confundido.

—Porque es un regalo. —respondió simple.

—Un regalo. —Luke parpadeó.

—Sí. —Harry asintió de nuevo.

Luke negó incrédulo—. ¿Y para quién?

—Para Louis, mi omega —aclaró, como si fuese necesario. Es que decirlo, le llenaba el pecho de orgullo—. Cumplirá años en nochebuena.

Luke volvió a parpadear. Aquello se ponía cada vez mejor, Harry parecía no tener límites. Sin embargo, terminó por sonreír—. Y tú... Has decidido que darle una isla entera es una... ¿Buena idea?

Harry le dedicó una mirada.

—Pues claro, incluso la he renombrado.

Luke rodó los ojos, y aunque esperaba lo que seguramente iba a escuchar, preguntó;

—¿Ah sí? ¿Y cómo le has puesto?

—Isla Louis, obviamente.

Finalmente el rubio soltó una carcajada y negó—. Tienes que estar bromeando.

—No lo estoy. —Harry tuvo que reír también. Una isla. Una isla para Louis, joder, le daría a su omega el mundo completo si le apetecía—. Lo llevaré un par de días para que descanse y disfrute. Le prometí llevarle a conocer el océano apropiadamente —explicó.

—Una isla, Harry... Una isla. —Luke todavía no acababa de reír—. ¿Y quién fue el loco que te vendió una isla completa?

—Richard Branson.

—Ese hombre está ahogándose en dinero, ¿por qué te vendería su isla?

—Porque su hija está enamorada de mí —le sonrió, luego guiñó un ojo—. Quería esa isla para Louis, uno tiene que sacar ventaja de ciertas situaciones.

—Bastardo presumido. —Luke volvió a reírse—. Existen personas presuntuosas y luego estás tú. ¿Por lo menos estamos invitados?

Harry le frunció el ceño—. Por supuesto que no.

—¿Qué vas a regalarle la próxima vez? ¿Un Lamborghini? ¿Una réplica de la torre Eiffel a tamaño real?

Harry le apuntó con su dedo índice—. Eh, lo de la torre suena bien, Niall Horan dijo que el nombre de Louis era francés, y adivina, la torre Eiffel está allí, sí, joder. Esa es una buena idea. Una espléndida y magnífica idea. Pasame una hoja, lo anotaré por aquí.

Luna de Sangre | Larry StylinsonWhere stories live. Discover now