x. the escape of the weasley twins

Start from the beginning
                                    

—¿Qué planean hacer entonces? —preguntó ella con curiosidad, fingiendo no estar triste por dentro. George no notaba eso, de hecho tampoco lo de Fred; solo ellos dos veían que el otro estaba triste.

—Un pantano en el vestíbulo —respondió Fred orgulloso. Megan alzó una ceja con curiosidad.

—Increíble. Bueno, me parece genial para romperle los ovarios a Umbridge.

—¡Lo es! Teníamos pensado más cosas, pero el pantano creemos será un éxito rotundo con los estudiantes. ¿Quién se imaginaría que un pantano apareciera de pronto ahí? Yo que ellos nos pondría un altar —se mofó George.

—Dudo que lo hagan mientras la cara de sapo siga aquí —suspiró, apoyándose con comodidad en el pecho de Fred. No se dio cuenta, pero él al notar el gesto sonrió y la abrazó por los hombros con más fuerza. George no lo notó aún.

—Estoy feliz igualmente. ¡Ya quiero que pasemos a la historia de Hogwarts! Y poder vivir en nuestra tienda… Ya no volveré a Hogwarts nunca más. Qué fantasía.

Al oír las palabras de George, Megan y Fred se quedaron pensativos. Realmente la rubia no hubiera querido que se lo recordaran de nuevo, porque saber que Fred ya no estaría para molestarla sí era doloroso aunque lo negara. Y Fred por su parte también se sentía un poco culpable de tener que dejarla ahí sabiendo la pésima relación que tenía con su madrastra, y que últimamente cuando ella se sentía mal estaba recorriendo él; ahora no estaría.

Por tanto, el rostro de ambos entristeció inconscientemente. Megan aprovechó que Fred no la veía, y bajó la mirada pensativa y con temor de llorar, mientras que él se dedicó a acercarla aún más a su cuerpo como si esto fuera a evitar lo inevitable. El silencio reinó entre los dos mientras George seguía hablando sin parar, y no fue hasta después de unos minutos que se percató de los rostros tan expresivos que tenían su gemelo y su amiga. Sabía que eso era muy difícil para ambos, pero justamente estaba hablando mucho porque creyó que podría tratar de distraerlos del tema; aunque él podía darse cuenta que falló.

—¿Quieren que les traiga un poco de comida? —volvió a hablar George, acercándose a ambos con una sonrisa—. Tenemos que degustar la comida de los elfos antes de irnos, Feorge.

—Claro —él sonrió, entendiendo la indirecta.

Cuando se retiró de la habitación Fred no quería separarse de Megan, pero tuvo que hacerlo. La colocó frente a él, poniendo sus manos en sus hombros y la miró fijamente al rostro. Ella, por su parte, se asustó un poco cuando él se alejó pero al darse cuenta de lo que estaba haciendo se sintió nerviosa. Fred le sonrió.

—Sé que ya lo hablamos —usó una voz tranquila—. Pero… No hablamos de nosotros.

—No hay un «nosotros», Fred —murmuró con honestidad Megan, por más doloroso que esto pudiera sonar—. ¿Lo olvidas?

Fred suspiró y negó con la cabeza.

—No lo he olvidado. Y justamente es de lo que quería hablar.

Megan no dijo nada. Siguió mirándolo a los ojos con atención, esperando a que continuará.

—Verás…

La puerta se abrió y detrás de ella llegó Lee Jordan con una chica, pero al verlos soltó un grito asustado. Megan no supo reconocerla, aunque no pudo evitar reírse al ver la cara de espantado que puso el moreno. Fred parecía que echaría humo las orejas, dándole una mirada asesina a su amigo.

²   beya   ★   fred weasleyWhere stories live. Discover now