Capitulo 06.

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Ibby Moreau.

20 de marzo del 2008

La mañana inició con una pequeña llovizna que al paso de algunas horas se convirtió en una fuerte lluvia. La noche anterior Ibby había pedido al creador en medio de sus oraciones que le  regalara un día lluvioso por su cumpleaños número 14. Esta vez la pasaría sola, pues la religiosa Alejandra estaba fuera por unos asuntos académicos poniéndose al corriente del estado de la «Escuela Secundaria de Mujeres de Renchoku» a la que dirigiría como nueva directora. 

Hace unas semanas que se había mudado con su tutora a la ciudad de Tokio. No se le permitía salir sin la compañía de un adulto y la religiosa no tenía tiempo para hacer turismo con ella así que, varios días antes de su cumpleaños le había pedido permiso para salir a conocer la ciudad con la compañía de una de las religiosas japonesas encargadas de la escuela.

Se había levantado muy temprano esa mañana, trenzó su cabello castaño cobrizo mientras se miraba al espejo del tocador. Extendió el brazo derecho para buscar en el primer cajón un lazo de color rojo para el cabello y sujetó las dos trenzas francesas con eso al finalizar el peinado. Como aún era invierno llevaba puesto una camiseta de manga larga y cuello redondo de color azul y blanco en el torso acompañado de una sudadera que llevaba encima de color celeste, jeans y un par de calentadores debajo de este junto con medias y zapatillas. Tomó un pequeño bolso que estaba colgado en el perchero cerca de la puerta y salió en busca de la religiosa japonesa. Ibby vivía en la escuela, en el pabellón principal donde se encontraba el dormitorio de las religiosas, exactamente al final del pabellón. Como ya no era una niña pequeña se le permitió tener su propia habitación.

Los charcos de agua estaban por toda la escuela, el cielo estaba nublado y la lluvia no paraba. El clima perfecto para Ibby.

—Deberíamos esperar hasta que pase la lluvia—dijo la religiosa japonesa levantando un poco la voz para que la escuche debido al ruido de las gotas. La mujer asiática estaba esperando a Ibby frente a su habitación.

Ibby cruzó el marco de la puerta cerrándola detrás de su espalda, negó con la cabeza y tenía una sonrisa dulce debido al entusiasmo por conocer Tokio bajo la lluvia.—Así está perfecto. Quiero mojarme un poco.

—Llevemos paraguas. Cogeremos un resfriado si nos mojamos, aún es invierno.—sugirió la religiosa cogiendo dos paraguas de los percheros que estaban a unos pasos cerca del dormitorio de las demás religiosas. Le dio uno a la joven y los extendieron saliendo del pabellón mojando los paraguas al instante. Una brisa fría sopló en los rostros de ambas provocando que sintiera más frío la joven—. ¿Quieres ir por otro abrigo? Te espero.

—No, estaré bien. Llevo puesto el calentador, aún no me acostumbro al clima de aquí es todo— respondió dando unos pasos más adelante para salir de la escuela.

—Como quieras.

Ambas caminaron hasta salir de la escuela cruzando los jardines para llegar a la autopista. La religiosa llevó a Ibby hasta un paradero y esperaron aproximadamente quince minutos hasta que se presentó un autobús que las llevaría hasta Shibuya. Mientras el vehículo transitaba las calles de Tokio, Ibby miraba cada detalle de las calles de la ciudad con una sonrisa suave. Estaba sentada al lado de la ventana del lado izquierdo, la ciudad estaba mojada, la lluvia estaba lejos de irse y ese día había menos gente que de costumbre. Para la joven esas condiciones climáticas le favorecieron, aún no aprendía a no tropezar con las otras personas. La gran multitud en la ciudad de Tokio era impresionante para una pueblerina como ella.

La religiosa, una mujer de aproximadamente 30 años de origen japones vestida con su uniforme de la congregación le enseñaba a la joven qué calles eran más seguras para transitar. El autobús llegó al destino y ambas bajaron del vehículo, abrieron los paraguas y comenzaron a caminar por la famosa calle de Shibuya. La chica tenía una sonrisa suave en el rostro, era tímida y no hablaba mucho, salvo cuando era necesario.

YO TE MEREZCO. [EDITANDO] #PGP2024Where stories live. Discover now