Tenía que hacer algo, ya que el olor empezó a molestarlo, además de que debes en cuanto tenía pequeños espasmos en su cuerpo. Eso era una molestia, además de que también un poco peligroso.

Era obvio que algo andaba mal en su cuerpo.

Y sea lo que sea, tenía miedo, ya que no tenía los preparativos como para poder saber que es e incluso tratarlo. No era médico, tampoco lo quería ser, pero tenía que buscar algo que lo ayudara a saber que era el mal que había entrado a su cuerpo.


...


La luz de luna llena le brindaba una vista un tanto onírico, el viento mecía las pequeñas chozas de madera, nylon, enredaderas y tela.

En estas se encontraban metidos las máquinas, quienes algunos tenían pequeñas máquinas quienes usaban ruedas para trasladarse.

El solo los vio con tranquilidad, estaba sentado en el centro mientras que muchas pequeñas máquinas lo rodeaban y, parecían estar jugando, usando te como una pared para  no ser tocado por el otro. E inmediatamente se dio cuenta que estaban jugando la mancha.

Aun que a ciencia cierta, no entendías como podrían jugarlo si no tienen brazos. Pero tampoco era que le importara... tanto.

Acostándose en el suelo frío de losas, miró las luces en el cielo con melancólica. En su mente la idea de la desaparición de su madre y padre, como también las de sus compañeros de trabajo le hizo sentir muy fatal.

La incapacidad de poder verlos y hablar con alguno de ellos era horrible. Quería volver a su hogar. Quería volver a dormir en su cama, poder despertar y bañarse, anhelaba tomar su café por las mañanas y escuchar sus canciones favoritas de su playlist e ir directo a su trabajo y empezar su día en su pupitre, hablando con compañeros de trabajos sobre sus respectivas vidas, para luego irse a su hogar y terminar su día con sus padres en la mesa y hablar de su día, mientras llevan la comida a la mesa.

Quería volver a esos días.

Sin embargo, no sabia como, tampoco sabía cómo había llegado a esta situación tan peculiar.

Desfavorable y con muchos pensamientos en mentes, lo único que pudo hacer, fue nada más que intentar dormir.

Mañana sería un nuevo día, uno el cual tal ves pueda encontrar al menos una de sus preguntas finalizadas. Cerrando los ojos un último pensamiento cruzo su mente.

"Y si por casualidad, encuentro a más personas en este lugar, ¿podré preguntarles lo que ocurrió?"

Con esa idea en mente El sin más cayo rendido por el agotamiento.


...


El caminaba por el bosque, mientras un pequeño grupo de máquinas lo seguían.

Estos tenían lanzas en sus manos, eran de metal y tenían en la punta un pedazo muy filoso.

Caminaban con lentitud, aún que era fácil oírlos gracias al metal oxidado que hacía un ruido bastante alto.

-Pensándolo bien, tal vez tenga que buscar aceite de motor para ustedes.

El hablo mientras un ceño un poco burlon estaba marcado en su rostro, mientras miraba a sus compañeros de caza que también lo observaron con su expresión neutra de siempre.

Mirando esto solo soltó un suspiro mientra con una voz un tanto baja dijo -Público difícil.- Y sin más solo siguió caminando.

Luego de un tiempo, El se detiene, a la vez que los otros también. Miraron escondidos en los arbustos a lo que parecía ser un animal enorme.

Bajo este mundo en ruinas. [Nier Automata]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora