En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|

capitulo 8- Pertenéceme

Mɪᴇɴᴛʀᴀs ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ᴛᴇ ᴅᴇsᴄᴜɪᴅᴀ, sɪᴇᴍᴘʀᴇ ʜᴀʏ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ᴏ̨ᴜᴇ ʜᴀʀɪ́ᴀ ʟᴏ ɪᴍᴘᴏsɪʙʟᴇ ᴘᴏʀ ᴛᴇɴᴇʀᴛᴇ ᴇɴ sᴜ ᴠɪᴅᴀ. 

⁠ᘛ⁠⁐̤⁠ᕐ⁠ᐷ

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Raymond Miller 
[                                             ]

— Cierra la maldita boca si no quieres recibir una bala en el cráneo. — Gruño molesto, mirando el hombre amarrado enfrente de mí.

—¿Señor que hacemos con él? No quiere hablar. — Me avisa uno de mis hombres al cual tengo más confianza 

— Me encargaré de hacerle hablar hasta no poder. — Me acerco a la mesita que está repleto de todos tipos de armas para mirar a mi presa. — ¿Qué prefieres? Cortarte los dedos uno por uno. — Tocó la daga. — O cortarte esa maldita polla de mierda que llevas. 

Veo como tiembla ante mis palabras, pero si el muy Imbécil hubiera hablado antes, todo eso no estaría pasando. 

Si no fuera por haber metido la nariz en mis asuntos, él no estaría ahí ni menos yo, posiblemente estaría con esa conejita que compre una semana atrás en la subasta.

Solo había ido por casualidad en ese lugar, además que mi amigo me lo había recomendado. 

Mi plan era encontrar una buena puta para quitarme todo ese estrés, pero cuando la vi todo mi plan cambio. 

Una conejita asustadiza, pero por más que estuviera asustada no lo demostraría ni menos lloraría, no lo hizo Incluso cuando mataron a esa chica de cabello rojizo en la subasta. 

Ella estaba asustada, pero no lo demostró ante nadie, no le enseño su debilidad a nadie. 

Es tan pequeña que cuando me acerque a ella en esa jaula dude que si era humana. 
Apenas era una niña, no tengo ni idea cuántos años tiene, pero cuando la vi lo supe de inmediato. No podría dejar escapar ese diamante. 

Vine a buscar plata, pero en lugar de eso solo encontré un diamante brillante que ese mundo se ha encargado de destruir. 

Estaría con esa conejita, ahora sí, esos hijos de puta de los. Smith, no se hubieran metido en mis asuntos, los muy hijos de puta arruinaron todo y aquí estoy lidiando con ese maldito infiltrado tratado de hacer que abre su boca de una Maldita vez. 

— Parece que desear que se la parte baja primero — Sonrió para tomar la daga cuando mi teléfono vibra en mis bolsillos de mi pantalón.