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– Por qué no le dijiste la verdad! – chillaba Maki con furia en su voz.
– fuiste un idiota – Panda daba su opinión con fideos en su hocico.
– Okaka – aportó inumaki enojado.
Yuta rascó su cabello con estrés mientras se quejaba.
– Ustedes no entienden! – lloriqueaba – Está en un grave peligro aquí conmigo!
– pues haberle dicho eso y que estás enamorado como perro! Qué es lo peor que va a pasar! – Aconsejaba la peliverde dandole un buen golpe en su espalda.
(Y bien merecido se lo tenía por hacerte llorar tanto)
– No podría ser... un buen novio... si la tengo lejos.
– pero no crees que ___ es una chiquilla inteligente? – dijo el blanco con negro – que sabe lo que tiene que hacer?
– claro que si! Lo creo! – exclamó desesperado – ella es mas inteligente que todos nosotros juntos!
– entonces! – gritaron al unísono.
– es que.... – su preocupación no era exagerada – realmente, quiero poder... dejar este mundo para estar con ella.... Ya saben, rika y... y todo lo demás... o creen que le haría bien estar rodeada de maldiciones, que la usen de rehén, que apenas me dejen pasar tiempo con ella mientras en cualquier momento aparezco muerto?
tenía un punto.
Eras distinta a él.
Vidas y fines distintos.
Formas de ver las cosas, naturalmente distintas.
Tendrían que elegir un camino.
– aún así Okkotsu... opino que deberías decirle la verdad – dijo Maki mas calmada – tooda la verdad.
asentían los dos contrarios.
– debiste verla hoy... era otra persona... tenía el corazón roto – informó panda.
La mirada del chiquillo se aguó.
No se lo perdonaría nunca.
Sus terapeutas amigos le dieron palmadas para reconfortarlo, esperando a que tomara una decisión mientras se retiraban de la habitación.
Y desde el minuto uno la había tomado.
Yuta hablaría contigo el día de mañana.
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