Abandonó la habitación, cerrando la puerta a su espalda y bajó las escaleras hacia el corredor principal, que conectaba con el resto de las habitaciones de la planta baja. Su madre estaba en la cocina, como de costumbre y ayudaba a la mucama a preparar la cena.

Eli había contratado a la mujer para desocupar a Odelia y que ella pudiera enfocarse en sus propios pasatiempos, como pintar y leer, así como de cuidar de los más pequeños sin tener que estar corriendo con todas las otras tareas de la casa, no obstante, su madre era demasiado perfeccionista y controladora como para dejar todo en manos de la mucama y sentarse a descansar.

Le gustaba hacer las cosas ella misma y la mucama se había convertido en una segunda mano.

Cuando entró en la cocina, su madre se giró hacia él para hablarle y su expresión cambio cuando lo vio con su abrigo y sombrero.

—¿Saldrás? ¿A esta hora? Pero la cena ya está casi lista.

—Iré a cenar a casa del abuelo —informó, pero no se privó de acercarse a ver que se preparaba en las ollas—. Quiero hablar con él de algunas cosas y pensé que podría aprovechar y acompañarlos en la comida.

—¿No puede esperar a mañana?

—Podría, pero...No sé si lograré dormir si no me saco estas dudas de encima.

—Ya veo —dijo y se limpió las manos en el delantal que traía atado a la cintura—. ¿Y puedo saber qué deseas hablar con tu abuelo o ya estás demasiado mayor para contarle todo a tu madre?

Reprimió una sonrisa cuando se acercó a ella y la sujetó suavemente por los hombros para enfrentar sus miradas.

—No es que esté demasiado mayor para contarte todo, mamá, es solo que todavía no hay nada que contar, debo aclararme primero.

—¿Y tu abuelo te ayudará a aclararlo?

—Eso creo, sí...Siempre da buenos consejos.

—Supongo que eso es cierto, sí —. Le ahuecó el rostro en ambas manos y sonrió—. Mi niño...Ten cuidado ¿sí? Y avísale a tu padre que saldrás.

Asintió, la besó en la mejilla y saludó a la mucama antes de abandonar la cocina para irse hacia el salón principal, donde el resto de la familia se reunía.

Su hermano mayor estaba sentado en el sofá, leyendo el periódico y tomando un poco de whisky de su vaso. Eli estaba a su lado, sumergido en su trabajo con una pequeña pila de papeles que debía revisar para mañana. Lillie tejía en el sofá individual y los más pequeños jugaban en el suelo junto a la estufa, todos acompañados por la música que Issy practicaba en el piano.

Era una agradable tarde como lo eran casi siempre, pero incluso mejores porque Esmond estaba en casa y había pasado tiempo desde la última vez que habían estado todos juntos.

Se acercó al sofá donde estaba su padre y lo llamó tocando su hombro.

—Mamá me pidió que te avisara que iré a casa de los abuelos para cenar.

—¿No puedes ir mañana? Vamos a cenar en familia esta noche.

—Quiero hablar con el abuelo de algo importante y no creo poder dormir si lo dejo para mañana.

—¿No estarías exagerando un poco?

Tal vez, pero no le sorprendería si su mente no lo dejaba descansar en toda la noche por seguir dándole vuelta a las mismas cosas.

—No, realmente necesito hablar con él.

—Muy bien...Pero procura no volver muy tarde y ten cuidado en el camino.

El comienzo de los Eades. (Spin-off de VC) EN DESARROLLO +18. BORRADORWhere stories live. Discover now