𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐲 | 𝐉𝐚𝐢𝐦𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬

4.🪲

—¿Por qué tanta importancia de tocar el casco?—Michael dice irritado.

—No te importa... No eres mi-

—¿Hermano de verdad? ¡Pues que pena! ¡Lo soy y ni modos!—Le contestó—¿Porque tanta urgencia de ver visiones del casco? A Kent se le hizo una obsesión..

—Porque..—Empezo en pensar una excusa que fuera realista pero no encontró una, su hermano la veía impaciente.

—¿Por que?

—Porque ¡Va a existir un Superman malo que hizo un mundo apocalíptico y luego creo que algo le va a pasar a Jaime y no quiero que le pase algo a Jaime! ¡Yo quiero a Jaime!—Grito enojada. Michael solo miro sorprendido, (T/N) se sonrojo—Olvida lo... Lo último... Sabes a lo que me refiero... No es- Ya-ya no pienso explicarte me ayudas o no.

—Bien...—Suspiro— Si vas a ocupar el casco necesito que entrenemos. Kent no me entreno lo suficiente pero si la capacitación para ayudarte y tú puedas hacerlo... Bienvenida al mundo de Dr Fate... Destiny.

—Que mal nombre...—Susurro ella.

—¿Tienes otro?

—Nope..—Suspiro dejándose caer al sillón—¿Creés que Kent sabría que el casco vendría a mi?

—No lo sé... Solo papá sabría porque hace las cosas—(T/N) asintió—Talvez deberías ir a descansar un poco, mañana que vuelvas de la celebración o esa cosas que de Jaime... Intentaremos de nuevo.

—Si supongo que si.

(T/N) se quejó mientras fruncía el seño por sueño, se movía de un lado al otro.

El joven estaba tirado en el suelo, su rostro y cuerpo lleno de tierra, suciedad pero sobre todo sangre, su piel raspada en carne viva, sus labios estaban llenos de ese líquido rojizo. Pero aún así el joven abrió los ojos, buscando con ansias a alguien en particular, cuando la encontró, su corazón dejo de latir, estaba tirada sobre el suelo, su cabello enmarañado y cortaduras en las mejillas y manos, sus ojos cerrados, quedo con una mano estirada.

—De-...— Sus palabras salieron como un gorgoteo por la sangre. No podía hablar, algo le oprimía en el pecho. Aún así trato de acercarse a la joven que estaba a solo un escaso metro—Agh.. ¡(T/N)!—Se quejo pero las fuerzas no le daban, aún no podia acercarse a ella. Su desesperación llegó tanto que sus ojos se volvieron cristalinos y con la mano estirada rozo los dedos de ella—(T/N)....—Una sombra se acercó a ellos y el joven lo miro de reojo—B... Bruce...