𝗧𝗥𝗔𝗜𝗗𝗢𝗥𝗔: MATIAS RECALT

𝐏𝐑𝐎́𝐋𝐎𝐆𝐎

Emilia nunca quiso adentrarse en el mundo del espectáculo argentino. Junto a Isabella, su hermana mayor, siempre se negaron a seguir los pasos de su estricta madre, quien fue una exitosa bailarina y modelo en Argentina. Su madre destacaba tanto en los medios que sentía la necesidad de que sus hijas siguieran el mismo camino, convirtiéndose en el centro de atención.

Desde muy chiquitas, Emilia y Isabella asistieron a interminables clases de baile, cursos de modelaje y horas de ensayo extra en casa. Victoria, su madre, no les daba ni un segundo de respiro. Cada paso que daban, cada movimiento que ejecutaban, estaba bajo la mirada crítica de Victoria, quien buscaba la perfección en cada detalle.

A pesar de su retiro, Victoria seguía siendo exitosa gracias a sus hijas. Es por eso que Emilia constantemente intentaba meterse en problemas para arruinar la reputación de su propia madre a propósito.

Incluso Isabella lo hacía. Llegó al punto de lesionarse intencionalmente en una de las funciones del teatro para que ella la deje en paz. Sin embargo, Victoria siempre conseguía salirse con la suya y aparentar frente a todos que era una buena madre.

Luego de su último escándalo, Emilia tomó la decisión de ponerle una pequeña pausa a su carrera y alejarse por un tiempo de las cámaras. No quería saber nada de aquel mundo tan tóxico. Ella nunca quiso esa vida. Por el lado de Isabella, ella continuó con las funciones de teatro y el modelaje. No podía parar.

Un año más tarde, las redes sociales estallaron por completo cuando comenzaron a circular videos y fotos de Emilia en la Bresh. Las especulaciones sobre un posible regreso a los escenarios se propagaron rápidamente, generando un gran revuelo entre sus seguidores y los medios de comunicación.

Pero las cosas se pusieron aún más intensas cuando se viralizaron fotos en las que Emilia estaba muy bien acompañada por Matías Recalt.