—Ajá, ya sé.

—A tu papá le agrado—comentó felizmente.

—Sí, te quiere más que a mi—replico sin expresión.

—Lo siento, ehm... yo... me voy. Buenas noches, Tony, descansa—expresó besando su mejilla.

Se fue a su habitación con un sentimiento de amargura cortesía de Howard y esta vez no podía acercarse a Stephen en busca de un poco de consuelo. Intento llamarle y no le contesto.



Christine vio a Stephen solo sentado cerca de las jardineras leyendo un libro, por lo que no dudo en hacerle compañía.

—Hey, ¿cómo estás?

—Bien—contestó en apariencia tranquilo, cerrando la tapa de su libro y fijando la vista en ella.

—¿Seguro?

—Sí, claro. ¿Por qué?—espetó un poco a la defensiva.

—Cariño, tú sabes porque...

—Ah, eso, me tiene sin cuidado.

—Sé que es difícil, pero créeme es lo mejor. Cuando te expulsaron él no dudo en aprovechar tu ausencia y acercarse a su "ex".

—¿En serio?—preguntó sintiéndose cada vez más tonto.

—Sí, no quise decírtelo antes, conozco lo necio que eres, sabía que no me ibas a escuchar o a creer.

—Me da igual, por algo lo termine.

Lo abrazó, acariciando su espalda, en un intento de reconfortarlo, sabe que esta herido.

—Todo estará bien—susurró cerca de su oído.



Las cosas entre ellos se habían tornado extrañas. Stephen apenas le responde el saludo que le llega a dar cuando tiene la suerte de encontrárselo, lo cual ahora es muy difícil, y cuando sucede, a duras penas le dirige la mirada.

Comprende que ya no son "novios", tal vez en realidad nunca lo fueron, todo era... falso, sin embargo no hay nada que les impida ser amigos.

El resto de la semana trató de llamar su atención de otras maneras, nada parece funcionar, él esta haciendo lo que más detesta: Lo esta ignorando.

Desesperado por dicha situación organizo una sesión de equipo y su decepción fue grande al ver a Wong llegar solo.

—Disculpen la tardanza—dijo el chico tomando asiento.

—¿Y Stephen?

—No pudo venir, esta ocupado.

—Ah, ocupado...—murmuró incrédulo—. ¿Ocupado con qué?—cuestionó sin poder evitar la molestia en su voz.

—No es de tu incumbencia.

—Bien— carraspeando tímidamente, Banner intervino en un intento de calmar las cosas,—, tal vez deberíamos apurarnos.

Tony cedió y trató de continuar con el proyecto, sin poder concentrarse, solo se pregunta donde carajos está Stephen.

—Guau, en serio terminaron—comentó Bruce en cuanto el alfa asiático se fue.

—Bueno, nada es para siempre.

—Sino es indiscreción, ¿puedo preguntar por qué terminaron? Digo, se veían muy felices juntos. ¿Es porque volviste con Steve?

—Eso es mentira, no he vuelto con él.

—Es lo que todos dicen en la escuela. No pasa nada, Tony, si quieres regresar con Steve nadie te juzgará.

Ni siquiera sé lo que quiero, pensamiento que no se atrevió a pronunciar en voz alta y se reservo para él.


Al volver a casa, Tony le envío un mensaje para saber porque no acudió a la sesión del equipo solo para verse, otra vez, ignorado. Harto y desesperado por esa situación, decidió hacer algo al respecto.


Al día siguiente en la escuela, lo busco, decidido a encararlo. Entiende que ya no lo quiera como novio, esta bien, lo acepta, pero no puede simplemente botar todo, si como amigos funcionan tan bien. No puede terminar con eso también.

Es la hora de la salida cuando lo vio sacar unos libros de su casillero. Camino hacia a él, solo para ver como el otro chico cerró veloz su casillero para salir disparado. Nuevamente, evadiéndolo.

No, esta vez no huiría de él. Lo siguió y, prácticamente, tuvo que correr tras él.

—¡Oye! ¡Oye!—gritó apenas con aliento doblando la esquina, logrando alcanzarlo—. ¡Stephen! ¡Espera!

El susodicho se detuvo, mirándolo con indiferencia.

—¿Por qué me ignoras?—fue directo al grano.

—Yo no estoy haciendo eso.

—No te hagas el tonto, me estas evitando... tratando como si fuera una maldita peste—vociferó molesto.

—Sucede que estoy ocupado.

—No contestas mis mensajes ni mis llamadas. Desde que terminamos te la has pasado ignorándome—enunció exasperado—. ¡Oye! El hecho que no sigamos siendo novios no quiere decir que no podamos ser amigos.

—No creo que Rogers quiera que seamos amigos.

—A mí no me importa lo que quiere Steve, sino lo que quiero yo—mencionó rodando los ojos.

—Claro, siempre se trata de ti—dijo arrojándole una mirada nada amigable—. Yo no quiero ser tu amigo.

—¡Vete a la mierda, quien quiera ser tu amigo!—exclamó y, sin poder controlar sus emociones, lo empujo. 




Espero leernos muy pronto. ¡Muchas gracias por el apoyo! 

Una relación falsa (IronStrange AU)Where stories live. Discover now