- hmph -asiento con la cabeza-. Tomo un sorbo de mi malteada de café y me dispongo a comer un poco de mi porción de torta de zanahoria cuando un pensamiento repentino pasa por la cabeza de Black.

- ¿Qué fue eso? Pregunto un poco molesto.

- Te dije que no te metas en mi cabeza, eso es muy stalker de tu parte, pero... si quieres puedes ver un montón de recuerdos que tengo de lo que hice ayer. Me responde mientras pone cara de pervertido.

La miro con desagrado ignorando tanto sus pensamientos como lo que acaba de decir.

Los seres vivos en especial esos que son o parecen humanos suelen ser bastante extraños, pero a la vez interesantes, entre más quieren ocultar un pensamiento o un recuerdo su subconsciente siempre intenta mostrarlo como si necesitara algo de atención, aunque Black ha aprendido muy bien cómo proteger su mente de mí, aun a veces se le escapa alguno que otro pensamiento.

Termino de comer y Black no para de hablar de todas las cosas horribles que hizo ayer, a pesar de que llevamos siglos de conocernos y de que prácticamente nos vemos a diario, ella siempre tiene una nueva "Choco aventura" (así las llama ella) que contar y yo no me canso de escucharla, en su mayoría son divertidas anécdotas que le pasarían a cualquiera pero ella tiene una forma natural y espontanea que te hace querer oír más. En otras ocasiones son sucesos que te hacen pensar que definitivamente no es la favorita de los dioses.

Cae la noche y a eso de las 10 pm llegamos a la discoteca. Una casa no muy grande de dos plantas. El primer piso es el más aceptable para mí, es un espacio abierto donde ponen un poco de todo para casi cualquier gusto musical, pero obviamente Black prefirió subir al segundo piso donde solo ponen perreo intenso y parecen sardinas enlatadas.

Estoy sentado en un mueble en la esquina más alejada posible de la pista de baile junto a un ventanal que está ubicada en la pared a mi derecha, por el cual, sopla la brisa nocturna y que me ayuda a no sentirme tan... Enlatado, en la mesa baja frente a mí ya hay varios vasos de cocteles vacíos y unas cuantas botellas de cerveza medio llenas, entre todo eso, hay 2 vasos de Te frio que han sido mi compañía durante toda la noche.

- Quita esa cara que todos se están alejando. Dice Black sentándose de un golpe a mi lado, con el cuerpo sudoroso de tanto bailar.

- No tengo más caras. Respondo inmediatamente cambiando la expresión de los ojos de mi mascara.

- Donde está el control de esta cosa. Añade Black golpeando la máscara que llevo puesta y hace de algún modo juego con la que tiene ella. Solo que la mía es mucho más sutil y la de ella... es un casco de motociclista morado eléctrico con orejas de gato y un gran panel (donde normalmente iría el visor transparente) que permite modificar lo que allí se muestra según sus expresiones faciales verdaderas o lo que quiera poner allí, en este momento se logran ver unas letras que cambian de color y la palabra Bitch en estas.

- Iré a tomar aire. Digo mientras me levanto de la mesa y camino entre las personas rumbo a la salida.

- ¡La maldad no lo dejo crecer! Escucho gritar a Black pero su voz se ahoga entre la música y los gritos de la multitud.

Observo desde el otro lado de la calle el ventanal del segundo piso. Una figura femenina con ropa masculina extiende la mano a Black.

- ¿Continuamos? Pregunta la figura.

Black se levanta de un salto tomando a la persona por el brazo dirigiéndose nuevamente a la pista de baile.

Estas horas de la madrugada me gustan en particular, es ese momento de la noche donde (en una situación normal) ya no hay ni un alma en las calles, todo sería tan silencioso y placentero combinado con el frio... hace que me sienta en paz, pero claro este es un caso anormal y las calles están llenas de borrachos y de los taxis que se encargan de llevar a esos borrachos. Cierro los ojos mientras tomo una inhalación profunda intentando que el aire frio entre a mi cuerpo y me ayude a congelar por un momento la tormenta que tengo en la cabeza, pero algo aún más fuera de lo común me saca de mis pensamientos.

No muy lejos de donde estoy parado veo a dos figuras femeninas una frente a la otra. Mi vista esta nublada, el corazón se quiere salir de mi pecho y el calor recorre todo mi cuerpo, siento que me voy a desmayar. No puedo seguir allí parado más tiempo. Entro como alma que lleva el diablo de nuevo a la discoteca.

Localizo rápidamente a Black que está en la pista de baile en medio de un chico y una chica. La tomo del brazo sacándola del Sandwich en que se encuentra llevándola a rastras al baño.

- ¡Pendejo suéltame! Grita Black mientras intenta soltarse de mi agarre.

Entro con ella en una de las cabinas y cierro la puerta de la manera más delicada que puedo.

- Que mierda estás haciendo, era el mejor....

- Lo hiciste a propósito. Digo con un tono más de decepción que de ira.

- ¿Qué? Pregunta Black.

Black siempre ha sido de lento procesamiento pero hoy no tenía la paciencia para esperar que captara el mensaje.

- Ella está aquí, ¿verdad? – Replico apretando la mandíbula como si tuviera miedo de pronunciar su nombre o de que ella me escuchara.

Black sonríe alegremente. A pesar de las máscaras sabemos exactamente que expresión tiene el otro en este momento.

Afuera del baño se escucha un grito ¡MALDITO PERVERTIDO¡

Black y yo salimos rápidamente del baño. El chisme pudo más que el anterior tema de conversación que teníamos entre nosotros.

- ¿Qué Diablos cree que estás haciendo? Grita una chica mientras tiene a un hombre con la nariz sangrando, agarrado por el cuello de la camisa.

"No puede ser" pienso de inmediato al ver quien es la chica y el chico que protagoniza la escena.

Baek, uno de los amigos de Black con el cual vinimos a la discoteca es generalmente bastante carismático y todo un galán, pero siempre la época de celo le sienta bastante mal.

- ¿Es ella? Black susurra dentro de su casco como si de verdad alguien más aparte de mi pudiera escuchar la.

Asiento con la cabeza sin dejar de mirar aquella escena.

- Vámonos de aquí. Dice la chica tomando a su amiga de los hombros dirigiéndola a la salida.

Baek ahora se encuentra en el suelo noqueado con una mancha bastante grande de sangre en su camisa color mostaza.

Pierdo a Baek y a Black de vista en medio de la multitud que vuelve a ocupar la pista de baile.

El lugar ya era desesperante pero la última situación termino de fulminarme. Salgo rápidamente del sitio y comienzo a caminar por las calles llenas de bares y discotecas con su música fuerte, luces de estrober, borrachos y peleas que lo único que hacían era aumentar mi ruido mental. Mi respiración aún no se regulaba desde que la vi y la situación en la calle no ayuda a calmarme, nuevamente escucho mi propio corazón retumbar en mis oídos, el calor aumentar paulatinamente en mi cuerpo y mi vista nuevamente se nubla.

Top secret: GenesisWhere stories live. Discover now