-Angelito...- sonreí de boca cerrada al ver a mi hija y me agaché a su altura para cogerla entre mis brazos.

-¿Quién es ella?- preguntó la castaña de ojos verdes,señalando a Sienna y mirándola con cierta timidez.

-Oh,ella es Sienna Horner,es la compañera de mami en Red Bull- dije sonriente.

La nombrada sonrió ampliamente al ver a la pequeña Charlie preguntar por ella,y no dudó en acercarse a la menor y saludarla.

-Hola peque- habló la británica,mirando a mi hija enternecida.

-¡Hola!- respondió Charlie con esa famosa sonrisa tan característica de ella.

Una pequeña carcajada se escapó de entre los labios de ambas al escuchar la emoción en el módulo de voz de la pequeña.

En el marco de la puerta pude ver a Mason,el cual estaba apoyado contra la madera de ésta,en silencio,observando la situación con una sonrisa de oreja a oreja.

-Hola Mason- saludó la británica a mi marido.

-Vaya,empezaba a pensar que nadie se daba cuenta de mi presencia- rió ligeramente y se acercó a mí,abrazándome por la cintura mientras yo mantenía a Charlie entre mis brazos.

-Bueno,entiende que la prioridad es la princesa y luego el sapo- bromeé yo, apoyando mi espalda en el pecho del británico.

-Oh, ¿si? Tomaré nota para cuando quieras que haga la cena,los sapos no hacen nada de eso, ¿a qué no?- añadió el futbolista mirándome con un atisbo de diversión en sus ojos.

-Oh, cállate,lo harás igualmente- reí y le dí un dulce beso en la comisura de sus labios.

-¡Iugh!- escuchamos la mueca de Sienna y de Charlie cuando nuestros labios hicieron contacto,ambas haciendo ese sonido a la vez.

Ante la gracia de la situación,Mason y yo nos separamos y,cuando nos quisimos dar cuenta,la británica tenía una de sus manos puesta encima de los ojos de mi hija y la otra,la que le quedaba libre,en sus propios ojos, tapándoselos.

-¿Ya habéis terminado ese momento de enamorados en San Valentín?- preguntó la joven Horner,abriendo una ranura entre sus dedos para comprobar que ya no nos estábamos besando.

-¿Por qué tan renegada a las muestras de cariño y amor,Sienna Horner?- dije entre risas.

-Porque el amor es una mierda- sonrió ella de manera irónica.

-¡Hey! ¡No se dicen palabras malas!- la regañó Charlie,mirándola con una sonrisa juguetona.

-Te lo ha dicho- agregó Mason, encogiéndose de hombros,refiriéndose a Sienna.

-Cierto, cierto. Lo siento peque- carcajeó la británica ante el recalque de mi hija.

-Mhmhm... Te perdono si me compras unas galletas de chocolate de la cafetería- dijo Charlie,mirando a Sienna con los ojos entreabiertos,como si estuviesen cerrando una especie de trato.

-Hecho- aceptó la mujer de apellido Horner,extendiendo su mano hacia la castaña que aún seguía entre mis brazos.

Sonriente,Charlie alcanzó la mano de Sienna y la estrechó cual negociador cerrando un trato importante.

Ma belle•Charles Leclerc (LIBRO 2)Where stories live. Discover now