Arco de la Infidelidad

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En un auto común y corriente, iba una parejita de buen humor, Chase Hunter, una nutria, y Jeena Begay, una fenek. Ambos iban de camino al que sería su nuevo hogar por los próximos meses, al ser novios, por fin podrían vivir juntos mientras que empezarían sus carreras universitarias, Chase con el periodismo, y Jeena con la psicología.

Habían encontrado una universidad en la que ambos podrían estudiar, pero al estar en carreras diferentes, difícilmente se podrían ver durante el día, pero de cualquier forma, las sedes estaban lo suficientemente cerca como para tomarles media hora en llegar en auto desde donde se hospedarian.

Llegaron al recinto, el propietario Carl Hendricks los recibió con bastante amabilidad, el lugar estaba bien por así decirlo, no era para nada mansión, pero tampoco era una pocilga. Fue así como empezaron a desempacar las cosas del auto y ordenaron el lugar.

Días antes de que las clases comenzaran, Chase había ido conducido hasta un taller de autos para que le hicieran una revisión al suyo y así no tener problemas a la hora de conducir. Ahí fue recibido por un gran lobo rojo, Leo Alvarez. El canino resultó ser no solo alguien eficiente, sino que además, también bastante amable. Mientras se realizaba la revisión, ambos conversaron sobre de donde venían, y a que se dedicaban. Al rato, y con todo listo, Chase se iba a ir, no sin antes recibir para su sorpresa, el número de Leo, a lo que este también le dió el suyo.

Las clases comenzaron, mientras que para Jenna se comenzó algo suave por así decirlo, e incluso haciendo nuevos amigos, Chase ya estaba teniendo algunas dificultades, después de todo, el periodismo requería de tener un buen nivel de lenguaje, y trabajar otros apartados como lo sería la exposición.

Pese a todo ello, la parejita se seguía apoyando mutuamente y haciendo lo mejor que podían para sus estudios. Sin embargo, eso no era lo único que hacían, a veces iban a citas entre ellos, y otra veces Jeena salía con sus nuevos amigos. Todo eso estaría bien, si no fuera porque Chase se dió cuenta que estaba muy solo a comparación de ella, no tenía ningún amigo, Carl estaba ocupado en sus cosas y pese a que se llevaban bien, solo había interactuado una vez con Leo a pesar de haber intercambiado números de celulares, por lo que no podía proponerle una salida así como así, fue entonces que aprovechando el que había pasado algo de tiempo pediría otra revisión para su auto.

Un Viernes, después de clases, Chase condujó hasta el taller del lobo, al llegar, fue recibido por un amigable saludo de este, lo que hizo feliz a nuestra nutria, le explicó que necesitaba otra revisión por precaución, a lo que el lobo accedió sin problemas. En eso, notó que el lugar tenía bastantes autos, lo que preocupo a nuestra nutria, pues le estaría dando más trabajo del que ya tenía a Leo, pero este le dijo que no había problema, que varios ya estaban listos y que una revisión no le tomaría tanto tiempo. Mientras esta se hacía, ambos hablaron sobre como les estaba yendo, mientras que con Leo todo estaba bien, a Chase aún le dificultaba agarrar el ritmo de la carrera, aunque de momento, no había sacado una mala calificación aún. Leo lo tranquilizó diciéndole que si daba lo mejor de si mismo, entonces lograría pasar la carrera. La nutria agradeció ese gesto de amabilidad y le deseo buena suerte para su vida. Al finalizar la revisión, Chase le pagó y se iba a ir, no sin antes haber sido interrumpido por Leo, preguntándole si haría algo el Sábado de la próxima semana en la tarde, algo que le sorprendió, pero le a su vez, le alegró, respondiendo con que no tenía planes para ese día.

La semana pasó rápidamente, tanto Chase como Jeena se la pasaron haciendo diferentes tareas, estudiando los diferentes ramos... Y obviamente, hablando entre ellos. Al llegar el Sábado, Jeena ya sabía que Chase estaría con un nuevo amigo suyo, por lo que no hubo problemas. Llegando la hora, la nutria manejó hasta el taller y tanto él como Leo se saludaron, ya estando listos para partir, el lobo cerró su taller y siguiendo las indicaciones de este, llegaron a un centro de Arcade, en donde habían diferentes juegos. Leo retó a la nutria a jugar cinco juegos, el que ganara le tendría que dar una penitencia al perdedor, Chase no estaba seguro de ello, pero el lobo insistió tanto que al final no tuvo más remedio. El primer juego era uno de peleas y... Ganó Leo, pues mientras que a Chase solo hacía golpes básicos, el lobo era alguien que sabía las combinaciones de su personaje. Luego vinó el juego de carreras, este parecía un juego más fácil para nuestra nutria... Si no fuera porque le costaba mucho derrapar su auto, al final, el lobo ni siquiera necesitó de llegar a la meta, pues el auto de Chase ya había explotado, perdiendo automáticamente.... Finalmente, llegaron al juego del basquetbol, en este, el primero que hiciera 10 canastas ganaría. Ambos estaban algo parejos ya que les costaba, pero bastó que uno de los balones de baloncesto golpeara a Chase para que esté se rindiera y aceptara su derrota contra Leo, el lobo trató de animarlo diciéndole que aún podía ganar, pero la nutria estaba convencida de que era un desastre para aquello.

Fanfics de EchoWhere stories live. Discover now