Fragmento Once | Coriolanus

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ONCE:
"FEAR OF LOSING YOU"

El pescado no tardó mucho tiempo en estar completamente cocido. Y mientras Lucy Gray le pedía a Tam Amber que mantuviera sus manos quitas, él sugirió ir en busca de los miembros faltantes para no esperar más.

—Vamos entonces —su chica se puso de pie con prisa y le tomo de la mano antes de darle una última mirada de advertencia al niño menor—. Pronto estaremos de vuelta Tam, mantente quieto.
—Que sí.

Eso le causo gracia. Lucy era como una pequeña madre ocupándose de sus hijos traviesos.
Le gustaba verla de esa forma.

—Entonces ¿Van a cantar en el cumpleaños del comandante?
—Oh sí, ese comandante tuyo siempre fue fan de la música. Siempre que puede se pasa por el Quemador y nos da unas buenas monedas. 
—No sabía que él podía hacer eso.
—Es un hombre común ¿No? 
—Supongo...
— ¿Los dejaran estar en la celebración?
—Seguro. Descargamos el whiskey el otro día y uno de los superiores dijo que nos divertiríamos. Supongo que eso es una invitación.
—Bien, tengo una sorpresa para ti y me encantará que la escuches.
— ¿La escuche? 
—Sorpresa, cariño.

Escucharon la conversación cercana de los chicos y voltearon al tiempo que Sejanus contestaba algún tipo de reclamo de Maude Ivory:

—Tienes razón. Se los agradezco. Nunca había tenido amigas como ustedes.

Se encuentran con el chico dándoles la espalda, con la camisa sobre los hombros, dejando al descubierto su piel cubierta de heridas.
¿Y esto?

—Sejanus, pero ¿Qué te pasó?

Nota sus músculos tensarse ante su presencia y suelta la mano de Lucy para acercarse a él.

—No es nada —parece que intenta sonar duro, pero en realidad, la voz le tiembla un poco.

Su espalda está repleta de arañazos, líneas rectas como si se hubiera arrastrado bajo algo puntiagudo. Son heridas demasiado recientes como para tener algo que ver con la primera semana de entrenamiento, dónde tuvieron que luchar entre ellos y enfrentarse en combates cuerpo a cuerpo.

Detrás de aquellos rapones hay heridas ya cicatrizadas. Lesiones que parecen haber sanado hace ya mucho tiempo, pero, que han dejado marcada su piel.

—Dijo que fue algo del entrenamiento —habla Barb Azure.
— ¿Qué? 
—El de los obstáculos —responde Maude, habla como si estuviera sorprendida de que él no lo sepa.

Claro que no lo sabe.
Porque Sejanus no ha entrenado está semana.

¿Por qué les ha mentido así?

— ¿El de los obstáculos? 

Se vuelve a darle una mirada a Sejanus, que ahora sí, tiene la mirada llena de arrepentimiento.
Entonces él tiene razón. Sigue ocultándole cosas. 

—S-si, pero no es nada. Barb va a darme algo para que se pongan bien.
— ¡Cierto! Aguárdame un momento ¿Sí? Vuelvo en seguida.

—Oh, veo que han estado ordeñando a esta señorita —comenta Lucy Gray acercándose al cazo que contiene a penas un poco de leche de cabra. 
— ¡Sí! —Maude da un pequeño salto emocionada— ¿Puedes creer lo bueno que es Sejanus? Realmente ha aprendido de prisa.

—Sejanus es realmente bueno para muchas cosas —escupe sin dejar de mirarlo—. Hasta para mentir —susurra.

Parece que eso lo lastima de inmediato.
Bien, eso era lo que quería.

¿Cómo puede seguir mintiéndole cuándo él estuvo a punto de perder la cabeza por su ausencia?
Lo odia por hacerlo sentirse de esa forma.

Maldito Sejanus.

don't blame me ✔Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon