La Noche en que todo se descubrió

56 8 2
                                    

Pasó el tiempo y mi hermana dió a luz a una hermosa bebita de ojos violetas y cabello plateado, mi hermana estaba cansada pero feliz, tenía a la bebé en sus brazos y me hizo recordar cuando nací e igual me puse sentimental pero no lloré, quería que ese momento se me grabara en mi mente para siempre. Regis estaba con ella a su lado, él entró junto con nosotras.

-"Amelia, gracias por haberme dado el mayor regalo de la vida"
-"Cariño, jaja no llores, está bebé será nuestra felicidad y espero que siempre la protejas"

Ambos estaban en su mundo, mostrando un amor que nunca había visto, bueno en mis padres si pero no así en público como lo hacían ellos.... Quizás ese fue su error. Salí de la habitación y mi padre estaba ahí esperando para ver a su hija mayor.

-"Mi niña, eres tía a tus 12 añitos, es lo mas tierno de ver jaja"
-"¡Papá! No lo digas así"
-"Awww se sonrojó mi niñita"

Negué con la cabeza al escuchar a mi padre llamarme "mi niñita", ya había pensado que eran un caso perdido. Después de eso, cada quién entró a su habitación para descansar, pero aún no podía dormir, apenas empezaba las cosas que me habían dicho o quizás estaba equivocada; quería estar equivocada... Entré a la habitación de la bebé la tomé en mis brazos y le di un beso tierno, me senté en el sillón y empecé a hablarle.

-"Así que eres mi sobrina, mi pequeña Jubelian que hermoso nombre, quiero que crezcas como una hermosa mujer, bueno lo serás, tienes sangre de una archimaga y un héroe de guerra así que, más poderosa no puedes ser"

Regis tampoco podía dormir así que iba a ver a su hija cuando escuchó mi voz.

-"Sabes Jube... Tu tía igual nació con habilidades, puedo ver la oscuridad en las personas y tú mi niña eres un ser de luz, tu tía igual no es una persona normal, aaaa si tan solo pudiera contárselo a uno de mis padres pero al menos no recordarás lo que te diré, pues te comparto mi mayor secreto, esta es mi segunda vida, renací en este fantástico mundo, aquí hay magia, monstruos y esas cosas pero de dónde yo venía no había nada de eso... Solo no lo vayas a decir mi niña porque es mi secreto y nadie debe saberlo".

Regis seguía mirándome, era hermoso el cuadro que hacia con Jubelian, yo abrazando a su hija, la niña estaba despierta sin llorar viendo como su tía le hablaba a ella, contándole cosas que jamás compartiría con nadie y eso le fascinó, él sabía que yo siempre protegería a su hija y le dió vergüenza saber que una niña de 12 años fuera más madura que incluso el emperador... Por mi parte ya no aguantaba más, le besé su frente a mi pequeña sobrina y ella solo me veía con sus hermosos ojos violetas, dejé de sonreír y empecé a temblar.

-"Jube... En realidad tengo mucho miedo... Tengo miedo del futuro, de perder lo que tanto amo... En realidad cuando me dieron la noticia de que nacerías... En realidad deseé que no pasará"

Ya empezaba a llorar a ese punto pero la bebita solo me veía con sus ojos muy atentos y Regis se quedó al pendiente de lo que yo decía.

-"Tu tía es egoísta mi niña, pero ahora me arrepiento de mi mal deseo... No tienes culpa de nada de lo que está pasando, simplemente debo buscar una forma de seguir adelante, mentiría si dijera que no me importas pero ahora siento un gran cariño hacia ti, mucho más que le siento a mi hermana y eso que te acabo de conocer pero al igual que yo... Heredaste de mi esa alma pura que no he visto desde que nací, hay buenos y malos en el mundo Jube... Pero hay personas sinceras, espero que no cambie tu vida mi amor"

Empecé arrullar hasta que poco a poco se quedaba dormida, siempre pensaba que lloraba más de lo normal pero es estos casos era comprensible, enfrentar el futuro sin conocimiento de lo que va a pasar, sabiendo que otros lo saben pero no pueden siquiera decir cómo ayudar...

-"Ser guía... Eso me dijeron pero ... ¿Cómo guiarte?"

Me dió sueño y puse a la bebé en su cuna, dormí en la cama que estaba en la habitación, mientras me acostaba solo veía a la bebé dormir sin miedo o preocupaciones y dije que incluso si tengo que dar mi vida para salvarla lo haría, poco a poco caí en un sueño profundo. Regis entró a la habitación y se acercó primero a ver a su pequeña y luego se sentó en la silla junto a la cama donde dormía, no sabía que hacer conmigo; al saber mi secreto, tenía tantas cosas que quería preguntarme pero era mejor fingir no saberlo, ya que una niña no podía saber mucho o eso creía... Me tapó con una manta, al igual que esa vez, tenía lágrimas en mis ojos y parece que mi dolor ya tenía más significado para él.


OTRO CAPÍTULO PARA USTEDES 😃😃😃 NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE

Una vida que no deseé....Where stories live. Discover now