𝐋𝐀 𝐂𝐀𝐑𝐓𝐀

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Draco salió de su baño con su pijama puesto. Con su varita prendido la chimenea y ahora su habitación estaba cálida y reconfortante.

Se recostó mirando al techo, luego encendió la pantalla azul y encontró el Email.

Señor Malfoy:

Soy una madre desesperada que escribe estas líneas esperando un milagro para mi pequeña hija.

Ella padece una rara enfermedad que nadie conoce y que por dos años la ha llevado a un deterioro en sus extremidades impidiéndole caminar.

Sus crisis son cada día mas fuertes y ella cae presa de un dolor profundo en todo su cuerpo.

Su corazón cada día esta mas débil y sus ganas de vivir menguan a cada momento.

Por favor, si esta leyendo esto, por favor ayúdenos. Le ruego por un aliento de esperanza aunque sea mínimo.

Lily se encuentra en el Hospital San Mungo. Habitación 3 cuidados intensivos.

Atentamente

Una madre desesperada.

Draco ocultó la pantalla azul y se quedó pensativo sentado en la orilla de la cama.

Esto era por lo que había hecho el Doctorado.

––Daisy–– llamó a una de sus elfas domesticas.

––¿Que puede hacer Daisy por el amo?––Dijo la pequeña elfa.

––Empaca mis cosas, te esperaré en el salon azul–– ordenó.

La elfa domestica desapareció en el fondo de su closet para cumplir su órden.

Draco canceló todo lo que tenía pendiente en los próximos días e hizo un rapido aviso a los elfos que aun seguían en la Mansión Malfoy que entraria por polvos flu.

Se cambió y salió de su habitación para tocar en la de su madre.

Ella abrió––Me voy, Madre. Debo ir a Londres.––Narcissa sonrió y asintió ve con bien, hijo.

Draco besó a su madre y bajó al salón azul donde encontró a la elfita Daisy.

––Vendrás conmigo–– ordenó

La jóven asintió.

Draco activó su chimenea para el viaje y le ordenó a Daisy que luego tenia que teletransportarse a la Mansión Malfoy.

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Mami Lily despertó de un largo sueño.

––Aquí estoy amor––Hermione se levantó y secó sus lágrimas.

––Tengo sed––Lily dijo con vos rasposa.

Hermione sirvió un vaso y ella se lo tomó a sorbos por medio de un popote. Le era imposible tomarle tragos largos.

Adrián tocó la puerta de cristal.

Hermione le hizo un gesto para que entrara y Lily le sonrió.

––¿Cómo esta la paciente mas hermosa de todo el hospital?––Adrian le devolvió la sonrisa a Lily.

––Me siento mejor, pero mami parece que en cualquier momento se va a caer de cansancio––Lily miró a su mamá. Las ojeras bajo sus ojos habían regresado.

––No te preocupes por eso amor, estoy acostumbrada a hacer guardias––Hermione retiró el vaso de agua.

––Tienes que descansar––Adrián le dijo a Hermione––no me obligues a inyectarte un tranquilizante. Yo me quedaré con Lily, ve a dormir a las habitaciones de descanso.––

Adrián asintió reticente y le dió un beso a su hija estaré cerca.

Adrián se sentó en el sillón reclinable ––Y bien, pequeña Lily, quieres que te cuente una historia?––

Lily sonrió, le encantaban las locas historias del Doctor Adrián.

––Mi madre me contó una ves una historia sobre un gran Gorila llamado King Kong–– Adrián comenzó con la historia atrapando a Lily en ella y haciendola reír.

Rumbo a la madrugada Lily se había quedado dormida.

Adrián veía aquél rostro angelical con tristeza. No era justo lo que la pequeña sufría todos los días.

––Doctor "drian"–– Lily lo llamó

––Dime, tienes sed, hambre?––Adrián preguntó.

Ella negó––Porqué no le has dicho a mamá que la amas?––

Adrián se acercó a la cama––Porque quiero que cuando se lo confiese sea especial. Aún no es momento, recuerdas?—–

Lily asintió ––no tardes. Mamá te necesitará.––

––No digas eso Lily. Tu estarás bien. Cuando yo le confiese a tu mamá que la amo, quiero que estes presente con un hermoso vestido azul––Adrián besó su mejilla––Aún no es tiempo Lily.––

La niña se quedó estática con una expresión seria––¡Lily! ¡Lily!––

Los aparatos comenzaron a pitar.

Adrián se dirigió a la puerta––Código azul, código azul––Gritó.

Todas las enfermeras entraron corriendo con un carro de paro.

Adrián se puso su estetoscopio y lo puso en su corazón.

––No esta respirando––Adrián dijo serio.

Una enfermera le pasó las paletas de choque.

Despejen Adrián grito.

Le dió la primera descarga y Lily regresó.

Adrián dejó salir el aire que estaba conteniendo. Suspiró a un lado–– Martha, podrías Ilamar a la Doctora Granger, por favor? Esta en las habitaciones de descanso––Pidió.

Martha asintió y se fué.

––Lily, me escuchas?––Adrián preguntó y Lily cerró una vez sus ojos.

Tiempo atrás habían creado esa forma de comunicarse cuando ella no podia hablar. Un parpadeo era un si y dos un no.

––Voy a ponerte la mascarilla de oxígeno, si?–– Adrián explicó.

Lily cerró dos veces los ojos.––No me hagas esto Lily, por favor, te necesito Adrian le tomó una mano––Por favor?––

Lily derramó unas lágrimas.

––Te prometo que vestirás aquel vestido azul, solo... aguanta un poco mas, solo un poco mas––Adrián besó sus mejillas y limpió sus lágrimas.

Lily levantó un brazo para acariciar el rostro de aquel hombre.

Había perdido la cuenta de las veces que lo veía llorar y suplicar que aguantara.

En su interior sabía que no le quedaba mas tiempo.

Los rostros de la gente que la veía le decían que estaba al borde de la muerte.

Lo había aceptado, no le temía la muerte. Incluso en silencio imploró para que viniera por ella.

Ya no quería sentir dolor, ni ver el rostro de dolor de su mamá. Deseaba no haber tenido aquello que tenía.

En silencio siempre rezó para que su mamá pudiera sobreponerse al dolor de su muerte cuando esta llegara.

Varias veces había tocado a la muerte a la cara.

Mas la arrebataban de sus brazos como si quemara.

––Lily?––

La niña de ojos verder miró al Doctor a los ojos.

𝐋𝐈𝐍𝐃𝐎𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐄𝐒 HPDove le storie prendono vita. Scoprilo ora