Se aplicará la prisión preventiva al acusado Tomas Bruno Rojas, por violación del Código Penal...
Hasta ahí deje de escuchar y cuando quise regresar a la realidad ví como todo se desmoronó y se puso de un negro intenso tapando cualquier cosa que esté a mi alcance. Mi vestimenta de traje estaba intacta, pero mis esposas ya no estaban y sentí la libertad. Entonces corro rápidamente a dónde quiera que haya una salida.
Me chocó con mi familia, con mis amigos y hasta con algunos de mis profesores, pero la palabra "libertad" me retumba en la cabeza y es más fuerte que las desaprobadas y tristes que ellos me dieron.
Sienten decepción de mi, los entiendo, lo veo en sus miradas juzgadoras y tristes, pero ahora puedo salir y ser capaz de volver a verlos y recuperarles la fe en mi, pero choco nuevamente con ellos y está vez estoy en el centro del círculo escuchando como se lamentan de mi.
Me abrumó, me hiperventilo y lloro, lloro por la impotencia de no poder despertar, por el dolor de la culpa y por no poder hacerlos callar. La "libertad" que retumbaba en mi cabeza se calló desde hace ya varios minutos y yo estoy tirado en el piso, hecho una bolita, escuchando como menosprecia mi nombre.
- ¡Bruno! ¡Ey, despertate! ¡Amigo, por favor levanta!
Y despierto gritando y llorando, pero no solo, no con miradas juzgadoras y palabras de decepción, si no con mi amigo, con mi compañero.
- Ya está loco - Me abraza, se que no es normal, pero no paro de llorar y soltar sonidos raros para evitar que se escuche y el sabe que así me puede calmar - Ya pasó Brunito, tranquilo que nadie te va hacer nada mientras yo esté.
Se siente reconfortante el abrazo y las caricias que deja en mi espalda y cabeza, y quizás si es posible creerle a las palabras "Nadie te va hacer nada mientras yo esté".
