Cap 14

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Juan estaba en el santuario ya que no había salido durante 4 días y el clima seguía muy mal en el pueblo

Estaba comiendo un bote de helado de chocolate, tenía ojeras, el pelo muy desordenado, y estaba en pijama desde los últimos 4 días

Puerco: oink oink oink, oink (hay ya báñate, hueles a chivo no chinges)

Le dijo el puerco azul a Juan quien lo miro de mala manera y rodó los ojos ignorándolo

Se escucharon gritos de una voz muy conocida a las afueras de el santuario que dejaron sorprendido a el castaño

Rubí: JUAAAAN!

Se asomó por la ventana y se quedó sorprendido al ver a su amiga rubí para ahí ya que la última vez que se vieron fue cuando spreen y Lucas casi se agarran a putazos

/lastima que no lo hicieron/

Rubí: JUAAAN! Por favor, quiero hablar contigo, se que estás mal, no has salido durante mucho tiempo y eso es raro

A Juan no le queda de otra que salir a abrirle ya que sabe que si no lo hace su amiga nunca se iría y podría arrancarse a llover otra vez

El hechicero le abre y la deja pasar

Juan: rubí... qué haces aquí?

La osa lo mira de arriba a abajo con una expresión sorprendida, Juan se veía realmente mal

Rubí: que te paso?

Juan: nada, estoy bien

Dice sonriendo falsamente, no aguanto y se puso a llorar otra vez, rubí al verlo llorar se preocupa mucho más y se acerca a abrazarlo

Rubí: Juan... no estás bien, sabes que soy tu amiga y que siempre estaré para ti

Juan se limpia las lágrimas con sus dedos y mira a rubí asintiendo, parecía niño chiquito, suben al piso de arriba y se sientan en la mesa

Juan decide si contarle lo que le pasa y le explica detalladamente a su amiga

Después de contarle todo rubí tenía una cara sorprendida y con una pizca de rabia

Juan: y el pendejo me dijo muchas cosas feas... y yo si me enamoré de él

A rubí se le salía el humo por las orejas y lo miraba con una cara de que estaba a punto de asesinar a alguien y no hace falta decir nombres

Pero aun así se acercó a el castaño y lo abrazó mientras lo ayudaba a limpiarse las lágrimas

Rubí: tranquilo, Juan.... Ya no llores más por spreen, no vale la pena

El nombrado asiente y se separa de el abrazo mirándola con una cara triste

Rubí: hay Juan... te miras muy mal, ve a descansar, si?

Le da unas palmaditas en la espalda y el castaño asiente, sinceramente no había dormido ni un segundo ni siquiera había pegado el ojo así que decide tomar el consejo de rubí y se va a dormir

Cuando se va a dormir rubí sale disparada a la pollería de el hibrido de oso con humo echando por sus orejas y una expresión que hasta a mi me daría miedo

Come sus tortilla para ir más rápido y por eso logra llegar en un corto periodo de tiempo

ElMariana: hola, rubis, que vas a querer?

Rubí: spreen, esta aquí?

ElMariana: si... está en su oficina...

Dice algo confundido por la actitud de la osa

Propuesta de negoció -spruan Where stories live. Discover now