☆ 03┊De pronto ¡flash!

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Nobara se tambaleó hacia la salida, con las piernas debilitadas y Megumi tras ella, arrastrando los pies. Yuuji, aunque no menos deshecho, corrió desde el otro extremo del patio y logró alcanzarlos en menos de dos segundos, gracias a la velocidad que lo hacía popular en los tiempos de escuela.

—¿Y si vamos a Roppongi Hills? —sugirió recuperando las energías de golpe—. A Kugisaki le gustan las compras y acaban de abrir una nueva tienda cerca al KFC. Podremos cenar allí después.

—¿Irán a cenar? —Satoru Gojo se sumó a la conversación, sin invitación previa—. ¿Se puede saber a dónde? Se me antoja algo dulce justo ahora.

Yuuji separó los labios y formó una sonrisa despreocupada hacia su profesor.

—Claro que sí, profesor —le respondió—. Justamente estaba sugiriéndole a Kugisaki y a Fushiguro pasar por el KFC para aprovechar unos cupones.

—¿KFC dices? —Gojo trató de disimular una mueca—. Creo que paso. ¡Diviértanse, muchachos! —Se despidió de ellos, meciendo la mano, mientras se alejaba precipitadamente sin voltearlos a mirar.

Yuuji frunció el ceño.

—Qué pena —mencionó—. El profe Gojo no es muy afín a lo salado. Bueno, ¿nos vamos? —Volteó hacia sus amigos percatándose de que se habían detenido a susurrar. O mejor dicho, a intentar susurrar, pero consiguiendo ser menos discretos de lo que se habían propuesto por las preguntas en voz alta de Nobara y el hecho de que estaba parada con la boca cerca al oído de Megumi.

—¿Y a ustedes qué les pasa, chicos? —Yuuji alzó una ceja.

—¿Qué no lo entiendes? —Nobara replicó, como si fuese obvio—. El profesor Gojo rechazó tu propuesta cuando supo que se trataba del KFC.

—¿Y eso qué? —Yuuji se rascó la cabeza—. Él lo dijo: quería algo dulce.

—¡No seas menso, es porque se trataba del KFC! —Nobara exclamó y se giró hacia Megumi—. ¡Explícaselo! ¿No es ese el lugar donde nuestro querido profesor terminó con "quien tú sabes"...?

—Suguru Geto —el hechicero completó—. El profesor Gojo lo ha negado por años, pero es la verdad. Lo sé porque, desde que lo conocí, siempre me ha hablado de él y no cualquiera se expresa de esa manera de un amigo por más cercano que sea. Es obvio que hoy es uno de esos días en los que más lo extraña. No por nada se excedió con nuestro entrenamiento como si quisiera desquitarse con nosotros. Lo he estado observando todo el rato y su comportamiento ha sido más extravagante de lo normal.

Yuuji parpadeó observándolos con notada confusión.

—Chicos —Se llevó el dedo a la boca—. A veces, no los entiendo cuando se ponen a hablar de esas cosas. ¿Por qué mejor no dejamos de meternos en el pasado del profesor Gojo y disfrutamos de una salida "normal"?

Megumi y Nobara giraron las cabezas en una clara señal de negación. Una gota de sudor se deslizó por la sien de Yuuji y él batió las manos, fingiendo sonreír.

—Supongo que esto es lo que pasa cuando las personas no tienen nada que hacer en sus vidas que acaban ocupándose en las de los demás —murmuró, sin pensar, hasta que subió la cabeza y se encontró con el puño de Nobara a centímetros de su cara.

—¿Qué has dicho? —ésta le preguntó y, sin esperar respuesta, le propinó un golpe a Yuuji en la nariz que también le dolió a ella—. ¡Ay! ¿Qué te dieron de comer de niño? ¡Estás más duro que una piedra!

—Debe ser por el entrenamiento de hoy, se me pasará mañana —Yuuji le sonrió tontamente, como si no se hubiera visto afectado, en lo que Nobara sacudía su mano, con dolor.

—Déjame ver —Megumi se acercó a ella y tomó su muñeca. La examinó—. Parece que no hay nada, solo estás exagerando.

—¡No estoy exagerando! —Nobara chilló cuando, de pronto, sintió una luz brillante iluminarle de lleno en el rostro—. ¿Eh? —Se giró hacia la derecha tratando de encontrar la fuente, sin éxito—. ¿Qué fue eso?

—¿Un flash de cámara? —Megumi, que también lo había sentido, volteó en la otra dirección notando a una figura encapuchada, que huía de escena.

Sin informarle a Yuuji, los dos corrieron tras ella. Sin embargo, por más que recorrieron varias cuadras en su búsqueda, sin saber en qué instante, terminaron perdiéndola.

—¿Qué pasó? —Nobara preguntó frenando de golpe—. ¿Se desvaneció?

Si tan solo hubiesen subido sus miradas hacia el cielo, otra sería la historia que se está contando en este momento.

Chismes y café┊FushiKugiWhere stories live. Discover now