¿Por que me abandonaste?,eras lo único que tenía y ahora te has marchado me siento perdida sin ti eras lo único bueno que había en mi miserable vida,¿por que te quitaste la vida?siento que he perdido la cabeza desde que te suicidaste mi vida va de m...
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Le gustaba subirse a un gran árbol viejo y simplemente recostarse en él mientras observaba la hermosa naturaleza que le rodeaba. Solo eso le hacía calmarse, aunque sea un poco. Sus ojos últimamente no reflejaban absolutamente nada, se veían vacíos; simplemente ya no tenían su brillo habitual, ese brillo que tanto los caracterizaba. Solo se quedó allí inmóvil encima de ese gran árbol, con la mirada perdida en el atardecer, escuchando el sonido de los pájaros, mientras el viento golpeaba suavemente su rostro. Ya se había hecho tarde, así que bajó del árbol y fue camino a casa. De camino a casa se encontraba con parejas y familias felices, de cierto modo le dolía verlos porque sabía que nunca tuvo ni tendrá algo así jamás; siempre terminaba destruyendo todo lo que amaba una y otra vez. Todo lo que alguna vez amó se había ido para siempre, lo había perdido absolutamente todo. Mary había estado viendo a su hermana muerta todo el tiempo, en todos lados: en los espejos, pasillos, bosques; incluso las pocas veces que podía dormir, tenía pesadillas con ella. A veces la veía en sus alucinaciones arrancándose la piel de la cara con los ojos completamente negros; solo recordar eso le ponía los pelos de punta. Creía que se había vuelto loca, y sus alucinaciones estaban llegando a un extremo demasiado aterrador.
Cuando al fin pudo llegar a casa, apenas abrió la puerta, lo primero que recibió fue una cachetada por parte de su madre. - ¿Acaso estás loca? ¿Dónde demonios estabas Mary? - La desesperación de su madre aumentó al no obtener ninguna respuesta por parte de Mary. - Eres una desconsiderada, sabes que hace poco tu hermana se suicidó y lo primero que haces es salir. - Simplemente no hubo respuesta por su parte; se sentía muy mal como para ponerse a discutir con su madre, así que solo subió a su habitación y se encerró allí. Su madre no dejaba de golpear la puerta y gritarle todo tipo de cosas hirientes; se había hartado de esa situación con su madre. Abrió la puerta dispuesta a confrontar a su madre, y antes de que su madre siquiera pudiera hablar, ella se adelantó. - Sabes mamá, eres un pedazo de mierda que no para de gritarme, golpearme, manipularme, para que haga lo que tú quieras; siempre minimizas mis sentimientos y emociones y no estás para mí, y más ahora cuando te necesito tanto. Durante años he tenido que aguantar cómo me humillas y me maltratas para luego decir que lo haces porque me amas. Tal vez por eso mi hermana se suicidó, porque eres una madre de mierda, eres una perra manipuladora con problemas de ira, y desde siempre te desquitabas con nosotras. Ni siquiera dejó responder a su madre y simplemente empezó a caminar hacia la salida. - ¿A dónde diablos crees que vas? Estás castigada. - Tomó fuertemente a la chica del brazo, impidiéndole salir. - ¡Suéltame! No intentes ser mi madre ahora; una de tus hijas se suicidó y sabes que es por tu culpa. - Su madre soltó una fuerte bofetada en su rostro, provocando que Mary cayera fuertemente al suelo, provocándole un gran sangrado. Tocó su herida, mirando sus manos llenas de sangre; su madre solo la miró fríamente, y ella simplemente salió. No sabía adónde iría, pero prefería dormir en la calle antes que ver a su detestable madre.
