Capítulo 2

685 67 18
                                    

Cuando me despierto de mi sueño, un brazo me rodea la cintura por detrás. Me hace ponerme rígido, sus manos comienzan a moverse, pasan por mi estómago y siento calientes respiraciones en mi oído. Las manos se detienen a lo largo de mis hombros y me calmo un poco cuando empiezo a recordar lo que ha sucedido.

"Buenos días, amor". El apodo me pone nervioso y siento calor en mis mejillas. En este punto, siento como las manos rozan mis costillas, me relajo en la cama para calmarme del todo. "Me dejaste abrazarte mientras dormías, yoi". Afirma, sonando un poco feliz con eso y yo gimo mientras desliza las manos hacia abajo y se inclina detrás de mí. "Tenemos que movernos, mi próximo objetivo está en Moby". Menciona, y me pregunto si eso será algo a lo que tenga que acostumbrarme. Aunque tengo curiosidad, Moby está a unos días en coche.

Marco se aparta con facilidad, levantándose y poniéndose los zapatos inmediatamente. Me muevo y me ajusto la camisa, que se me ha subido hasta dejarme la barriga al descubierto, y muevo las piernas para que Marco deje los zapatos en la cama a mi lado. Son botas nuevas y, al coger una, noto la punta de acero añadida. Sin duda son caras, y antes de ponérmelas veo la calidad, porque ya llevo calcetines de ayer.

Mientras me las abrocho del todo y me ajusto los pantalones para que queden por encima, me paro mientras me doy una palmada en la parte delantera. Aparecen unas manos y Marco me agarra por las caderas, tirando de mí hacia él mientras me mira más. Le observo mientras me frota los huesos de la cadera con los pulgares antes de inclinarse para rozarme la mejilla con los labios. Suelto una exhalación temblorosa, no estoy acostumbrado a este tipo de cosas, pero coloco con cuidado las manos en sus antebrazos. El afecto, lo ansiaba, por extraño que me pareciera y por alguien a quien apenas conozco. Me da otro beso cerca de la mandíbula antes de bajar y me agarra con más fuerza mientras inhala profundamente.

"Pararemos a desayunar antes de nuestro vuelo". menciona contra mi piel antes de separarse para volver a recoger algunas cosas.

"¿Vuelo?" Pregunto, captando eso fácilmente. Si hay algo que supongo es que nunca va a ningún sitio sin su arma. Los aeropuertos no van a dejar pasar eso.

"Sí", responde mientras se pone el abrigo antes de coger una chaqueta y tendérmela con los ojos azules brillantes. "Toma, por si necesitas otra capa, yoi". Me explica, haciendo que la tome, mirando la cazadora bomber negra, con de gris el cuello, los bolsillos y la cremallera.

"¿Cómo vamos a subir a un avión?". pregunto mientras me pongo la chaqueta y me la ajusto mejor con unos pequeños tirones para asegurarme de que está en su sitio.

"Avión privado, tengo un contrato para mañana por la noche, a las siete en punto". Explica mientras coge su pequeña bolsa de lona para ponérsela al hombro, por encima de la espalda ya que son las correas cortas. La mención tiene varias preguntas me pululan, avión privado, contrato?

"Um, de acuerdo..." Contesto inseguro por el momento, sabiendo que mis preguntas pueden ser demasiado pedir ya que tenía la sospecha de que no iba a decir más. Especialmente cuando empieza a desbloquear la puerta y la abre rápidamente mientras sale. Le sigo con facilidad para quitarme de en medio mientras empieza a cerrarla. Echo un vistazo al callejón y me doy cuenta de que es como cualquier otro, básicamente un escondite a plena vista.

Marco se adelanta con facilidad y yo le sigo, con las manos en los bolsillos. Giramos para dirigirnos hacia el camino que va a la parte mejor de la ciudad, aunque tardaremos un poco. Es lo bastante temprano como para que la gente se mueva, pero probablemente la mayoría aún esté demasiado resacosa como para ir de un lado para otro. Por otra parte, parece que la gente sólo bebe para intentar olvidar la resaca. Nunca entendí su razonamiento, pero intenté mantenerme alejado de ellos y de esa mentalidad.

Blue Inferno - MaraceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora