Capítulo 1

10 1 0
                                    

Necesito que me hagáis un favor, olvidar todo lo que os he dicho antes, ya que es mentira. No me llamo lucia, no tengo 13 años ni tengo una hermana mayor.

Mi sueño es ser productora de cine y me encanta inventarme historias. Ahora estoy sentada en la cafetería de mi madre viendo a la gente e imaginándome como pueden ser sus vidas. Por ejemplo, una señora que está en la mesa del final. Está sola tomando un café, y por lo que veo, parece una persona que no se junta con mucha gente. Tiene el pelo blanco, corto y se lo cubre con un gorro de punto rosa. Está vestida con un abrigo de plumas largo que solo deja ver un poco de su pantalón, que es un chandal azul marino. Las zapatillas son las típicas que lleva una abuela, esas ortopédicas feas. Parece que vive sola en una casa bonita pero vieja. Tiene cuatro nietos a los que quiere mucho, pero obviamente, tiene un favorito, aunque no lo admita.

Justo estaba pensando en eso cuando veo a mi mejor amiga venir.

— Hola Jessi — me saluda —. Espero no haberte hecho esperar mucho.

Miro el reloj y me doy cuenta de que llega casi media hora tarde. No me importa mucho la verdad, porque se que ella tiene cosas que hacer y, además, ya estoy acostumbrada.

— No pasa nada tranquila, ya se que tienes mucho lío con todo.

— Hay algunas veces que pienso que eres demasiado buena para mí — me dice dándome un abrazo — ¿Para que me habías llamado?

— No para mucha cosa, para hablar un poco de todo. Aunque si quieres, podrías acompañarme a una visita de una galería de arte. No me importaría.

— Que forma más buena de decirme que te acompañe a un sitio que odio.

— Venga Chiara, acompañame porfa.

— Espérate que me lo pienso... No

— Pero porque no, si no sabes nada de esta exposición.

— Ya, pero es que no es que me encanten esas cosas.

— Venga Kiki, que yo te quiero mucho y lo sabes. Vente conmigo por una vez.

— Mira voy a hacer una cosa. Yo voy, pero solo si luego me haces un favor.

— A ver, dime cuál es.

— Pues... Ya lo verás. ¿Cuando decías que era?

— Esta noche.

— ¿¡Esta noche!?

— Si — digo con un poco de miedo cuando veo su cara —. No te importa ¿verdad?

— No — pero por su cara se que me va a decir algo que no me va a gustar.

— Chiara, que me vas a decir.

— Nada — me dice con voz alegre.

— Chiara que te conozco.

— Bueno... ¿Te acuerdas de que el otro día te dije que hoy había una fiesta y tu no quisiste ir?

— Si... — digo para que siga al ver que se ha quedado callada.

— ¿Te acuerdas de que me debes un favor porque te voy a acompañar hoy?

En ese mismo momento, me doy cuenta de a lo que se refiere y empiezo a negar con la cabeza.

— No. Chiara, no te voy a acompañar a la fiesta.

— Si que lo vas a hacer porque me debes un favor.

— No lo voy a hacer.

— Si que lo vas a hacer porque me debes un favor y soy tu mejor amiga.

— Ya pero por eso no te tengo que acompañarte a fiestas.

— Me lo debes Jessi, y lo sabes. Además, si no vas conmigo voy a tener que ir sola.

Me quedo pensando un momento y me acuerdo de la ultima vez que se fue de fiesta sola. Volvió a casa con el vestido lleno de alcohol y todo el maquillaje corrido como si hubiera estado llorando.

Sacudo la cabeza, no quiero que la vuelva a pasar eso. Definitivamente no va a ir sola otra vez, por lo que pueda pasar.

— Vale, te acompaño.

— ¿Enserio?

— Si

— ¡Siiii, te quiero Jessi!

Y empieza a saltar alrededor mía dándome un abrazo.

— Bua, nos lo vamos a pasar genial ya lo verás, no te vas a arrepentir.

— Pues ya lo estoy haciendo — digo cuando noto que me estoy sonrojando porque nos esta mirando la gente de la cafetería —. Bueno, yo te acompaño, pero tú no te olvides que vas a venir conmigo a la exposición.

— Sisi claro.

— Vale, a las cinco voy a tu habitación.

— Acuérdate de que luego hay fiesta.

Se va dando saltos y suspiro. Nunca me voy a acostumbrar a como es.

Mi vida da ascoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora