🌀 CAPÍTULO 20 🌀

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Elizabeth

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Elizabeth

Afortunadamente para la chica de los ojos color luna llena, los días pasaban rápido, no sabía cuánto tiempo más podría seguir fingiendo que estaba locamente enamorada de Will. Su pecho dolía y ardía siempre que recordaba los besos y las caricias, se odiaba a sí misma por haberse acostado con Will, el recuerdo de Adham le quemaba el alma, sabía que él nunca le perdonaría algo así, pero necesitaba ganarse la confianza del capitán y vaya que lo estaba logrando, estaba haciendo muy bien su trabajo, pero a cambio de qué.

Elizabeth estaba acostada en el fuerte pecho de Will, los dos estaban completamente desnudos, después de la noche tan alocada que había tenido con el capitán del barco se podía sentir un ligero calor que inundaba el camarote. Se levantó de su pecho con cuidado tratando de no despertarlo, fue hasta la jarra con agua que estaba en la mesa del centro, se sirvió un poco en un vaso.

Estaba por tomar su vestido del suelo para comenzar a vestirse, cuando notó un mapa en el escritorio. En el mapa se mostraba el Mar de Medusas, sobre él estaba la brújula de plata de Will, con carboncillo había trazado una ruta, miraba el mapa con atención, decidió tomarlo para observarlo con mayor detenimiento y al momento de levantarlo se encontró con otro mapa del Mar Negro que tenía otra ruta trazada. Elizabeth iba a tomarlo para revisarlo.

—Buenos días, dulzura —saludó Will con voz ronca y con una sonrisa tierna en los labios, se estiraba en la cama, y los músculos de su fuerte torso se tensaban, su cabello rubio brillaba con el sol que entraba por la ventana.

Elizabeth con calma dejaba el mapa en su sitio, se acercó a la cama para sentarse a un lado de él.

—Buenos días, guapo —sonrió al sentarse con él, su cuerpo desnudo brillaba un poco por los rayos de sol que entraban por la gran ventana que tenían a un lado—. ¿Cómo dormiste?

—Yo dormí perfectamente porque estabas conmigo —respondió sentándose, mirándola con amor y cariño—. ¿Y tú, Elizabeth?

—También dormí bien, aunque amanecí con un ligero dolor en la cadera —dijo Elizabeth sobándose la cadera del lado derecho. Recordaba como en la noche anterior ella y Will estaban sobre la mesa, recordaba el roce de sus cuerpos y cómo se golpeó en el dosel de la cama cuando se iba a costar para que ella y el capitán pudieran seguir con la diversión.

—¿En serio? —Will levantó sus cejas y Elizabeth asintió.

Con cuidado la tomó de la cintura y la sentó en su regazo, observó con atención su cadera y vio que tenía un pequeño moretón, tomó un frasco que tenía cerca de un pequeño mueble, el frasco contenía una masa de color azul pastel y tenía un olor extraño. Will tomó un poco con sus dedos y con cariño comenzó a untar la pomada en el moretón, hacía círculos para esparcirla bien, Elizabeth sintió escalofríos al sentir los fríos anillos tocar su piel caliente, cuando Will terminó le dio un beso donde había sobado. Elizabeth estaba absorta con el acto tan tierno que el hombre había hecho, los juguetones ojos marrones la miraron.

Contra tiempo ✔ [#2]Where stories live. Discover now