Avatar [Aonunete]

8. RDA

Hoy era el comienzo de un nuevo día, pero no muy agradable para Ao'nung, ya que hoy se cumplian dos semanas desde su llegada al clan Ometicaya y no había podido enviar su reporte a la RDA.

Pero en su defensa no había podido, en todo momento se encontraba haciendo algo, y cuando porfin tenia tiempo libre y se disponía a ir a las Islas flotantes, siempre aparecía en su camino el guerrero YamYam.

Y no lo malinterpreten, no le molestaba en absoluto pensar en que se había vuelto en centro de atención de Neteyam, de hecho le gustaba, sentía una sensación indescriptible pero satisfactoria en su Txe'lan cada que estaba en presencia de aquel Na'vi de tez azulada.

Después de espabilar por haber estado perdido en sus pensamientos gracias a la imagen de Neteyam en lo más profundo de su mente, comenzó su camino hacia las Islas flotantes.

Gracias a que aun era demasiado temprano casi todos los Na'vis se encontraban descansando en la calidez de el Árbol Madre, solo habían algunos Viejos Na'vis que se preparaban para un nuevo día.

Ao'nung no estaba tan preocupado, después de todo, sabía que la RDA lo tenía bien vigilado, no eran tan estúpidos como para dejar a un Na'vi como él, solo en la selva.

Después de haber recorrido un gran camino hacia su destino, que realmente atemorizo a Ao'nung, porque demonios, que carajo, un maldito paso en falso y adiós Ao'nung.

Tiempo después llego a una Isla que contaba con una pequeño laboratorio portaban, puso la contraseña que le habían brindado y entró al lugar, no sin antes colocarse una mascarilla para poder respirar, ya que el lugar estaba adaptado para los humanos.

Comenzó a explorar el lugar hasta encontrarse con el aparato con el cual comenzaría su reporte.

Comenzó a manipular aquel artefacto con todo lo que le fue enseñado en el campamento de la RDA.

Justo cuando iba a comenzar su grabación, la pantalla le aviso del comienzo de una video llamada, así que contesto.

En aquel aparato se mostró a una mujer y un Avatar que conocía muy bien, haciendo que su semblante relajado cambiará por completo a uno serio, no iba a ocultar su odio hacia ellos.

-Soldado...que grata sorpresa-El coronel Quaritch fue el primero en hablar

-Al fin se acordó de nosotros, creimos que estaba enojado-Ao'nung quería romper esa sarcástica sonrisa que tenia el coronel Quaritch.

-Estuve a punto de trasladar a tus padres a la zona de prácticas, creí que ya te habías olvidado de ellos...es una lastima, quería nuevos maniquís para mis soldados-

-¡No te atreverías!-las manos de Ao'nung golpearon con fuerza el escritorio, realmente sentía impotencia al imaginar a Quaritch siquiera tocandole un pelo a su familia

-Él no, pero yo si...-El Coronel se hizo a un lado para que se visualizara ahora la General Ardmore.

-Niño, esto no es un juego, nadie de aquí está jugando, muchos de aquí han dado su vida por esto-La general tenía una semblante serio, ella era la que realmente le daba miedo.

-Si vuelve a retrasarse con tus reportes, tu pequeño amigo cetáceo será mi nuevo suero rejuvenecedor- Ao'nung no dijo nada, solo asintió.

La Generala salio de su campo de visión, y nuevamente Quaritch aparecía con una sonrisa burlona.

-Niño, te aconsejo no hacerla enojar, y eso quiere decir que debes seguir cada paso del plan, si no ella tendrá su crema rejuvenecedora y mis soldados nuevos maniquís-

-S-si señor-Ao'nung no quería provocar a la colmena, solo cedería a todo lo que le pidieran.

Cuando el Coronel estaba a punto de marcharse paro en seco con un aura mas seria y demandante para hablar nuevamente.

-Otro consejo niño-

-No te dejes seducir por la belleza del bosque...o por un par de piernas largas y sensuales-

-Asi perdí a mi anterior Soldado...-Después de eso su rostro cambió, soltando una carcajada sarcástica

Y ese fue el fin de la llamada.

Ao'nung comenzó con su reporte, en el cual describía la gran estructura del Árbol Madre, creía que el unobtainium se encontraba debajo de este.

Txe'lan=Corazón

Otro capítulo mis lectores bonitos, gracias por su apoyo y paciencia.