—Me da igual, al final del día sigo teniendo que pagarles. —Dejé la caja de cereal a un lado, lejos de Hunter. —Sólo quiero terminar esto luego, no me gusta cuando las cosas se ponen serias. La vida se vuelve más aburrida, ni siquiera me quiero imaginar lo aburrido que será ir a ver a un viejo amigo de Dante cada cierto tiempo.

—Al menos te servirá para salir un poco más, ya empiezo a pensar que eres medio vampiro y no me has querido decir.

—Salgo todas las mañanas al gimnasio.

—Y eso es porque Julie te obliga, sino fuera por ella seguirías hundida en tu mierda.

—Solo soy una persona casera.

—Claro que no, solo te da pereza todo. Sobre todo, luego de que Carrie te dejó.

—No nombres espíritus muertos, cargas la casa. —Noté como rodo sus ojos. —Puedo admitir que me da pereza, pero lo de Carrie ya no me importa. —Hunter sacó su celular parecía buscar algo en este.

—5 de marzo, hace una semana atrás, era media noche cuando me escribiste: Hunter, ¿crees que ella piense en mí?, digo no es como si yo pensara en ella, pero me preocupa su salud mental. Una hora más tarde cuando no te respondí volviste a escribirme: Hunter, creo que la extraño, admito que pienso en ella. Pasaron dos minutos cuando me escribiste: Subiré una historia con una canción triste, quizás así me hablará. Posteriormente borraste todo, pero antes le saque una captura.

—Pensé que no lo habías leído. —Dije avergonzada.

—Lo leí, sólo decidí ignorar algo que ya sabía cómo terminaría. Por más que digas que el tema de Carrie ya pasó, eso no te lo crees ni tu.

—Soy una chica incomprendida.

—Eres una chica con dependencia emocional por su ex. —Escuchamos la puerta, pero no nos inmutamos cuando la castaña entró con bolsas del supermercado. —Julie, dile que tiene una dependencia emocional por Carrie.

—¿Por qué le recordaría la desgracia de su vida?

—Son insoportables. —Me levanté tomando la caja de cereal para llevarla a su lugar antes de empezar a acomodar las cosas que Julie trajo. —¿Conseguiste mi encargo?

—Te recuerdo que no soy tu empleada, —Miré sus ojos haciendo un pequeño puchero. —pero sí. Te traje tu leche de chocolate.

—Eres la mejor compañera de piso que pude tener.

—Estoy seguro de que no me aceptaste en tu casa porque yo no te harías las compras.

—No te acepte porque apestas. —Miré a mi amigo una última vez antes de irme a la cocina, luego debía empezar a preparar mis cosas para la transmisión de la tarde.

—¡Y porque tienes un claro favoritismo por Julie! —Lo escuché gritar, pero preferí ignorarlo para no dañar sus sentimientos. En mi defensa con Julie nos conocíamos hace 20 años, era prácticamente mi hermana y Hunter había llegado a mi vida en la universidad.

Mientras terminaba de guardar la comida mi teléfono sonó, normalmente no recibía muchos mensajes, porque casi nunca los respondía y tenía el mal habito de verlos, decir que luego los respondería y siempre lo olvidaba.

Abogado Mill: Hola Noah, te habla Connor Mill, por si no me tenías registrado

Abogado Mill: Dante me dijo que te mandara un mensaje porque nunca respondes las llamadas, espero no te moleste.

Abogado Mill: Quería dejarte el número de la abogada que estará a cargo de tu caso, su nombre es Madison Call, es la mejor abogada que tengo en la firma.

Caminos a Ti.Where stories live. Discover now