Lujuria [ROMANCE 4] [Vol.1: Terminado - Vol.2 - 01/Septiembre.]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐓𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 & 𝐃𝐨𝐬

Empuje la puerta para entrar al Starbucks, la fila era solo de dos personas por lo que me forme y espere mi turno hasta que este finalmente llegó. Levante la mirada hacia el menú para cambiar mi pedido habitual, hoy quería algo diferente, para mí y para Nathaniel.

Pagué una vez estuvieron listos, lo sostuve con una mano y me dispuse a salir de la tienda, recorrí toda la acera y me detuve en el cruce peatonal ya que la luz que indicaba estaba de color rojo. Mire a mi alrededor mientras esperaba.

Los árboles que decoraban las vías pasaban por una transición de color, las hojas verdes se volvían amarillas o rojas, de hecho, empezaron a hacerlo desde el inicio del otoño, pero no le había prestado atención hasta hace poco.

— Te vi a la distancia y no dude de que fueses tu.

Con cierta rapidez desvié la mirada hacia aquella voz que reconocí al instante, me sorprendía un poco toparme con él, solo solía verlo cuando de asuntos laborales se trataba.

— ¿Y si hubiese sido otra?

Sus labios expresaron una sonrisa melodiosa.

— No creo que haya otra mujer en este mundo que luzca tan hermosa como tú lo haces mientras esperas el cruce.

«Creativo.» Palabras dulces que me hicieron sonreír a medias.

Tomo mi mano libre y presiono sus labios en ella con dulzura.

— ¿Cómo está mi sol?

— Estoy bien, Robert, feliz de verte, pensé que regresarías hasta año nuevo.

— Solo estoy de paso querida, algunos asuntos personales que requieren mi atención.

— Espero todo este bien.

— Todo... — se acercó unos pasos en mi dirección poniendo mi cabello detrás de mi oreja. — Todo esta perfecto, solo pequeñeces.

Asentí como respuesta, olía bastante bien.

La luz paso a verde he inmediatamente Robert me ofreció su brazo, y lo tome sin decir nada, con generosidad me cruzo hacia el otro lado y me llevo hasta el edificio, entrando conmigo, incluso llamo el ascensor por mí.

Se acerco mucho, demasiado, tanto que causo un ligero descontrol en los latidos de mi corazón, por un segundo pensé que iba a besarme en la boca, pero fue todo lo contrario, sus labios se presionaron en mi mejilla cerca de mi comisura.

— Que tengas el mejor de los días, mi sol.

Sin palabras y embobada por sus acciones simplemente lo vi marcharse hasta que el sonido del ascensor me saco de mi transe.

Antes de que pudiera salir alce la voz para que me escuchara.

— Cuídate, Robert.

Sonrió y lanzo un beso al aire, yo subí antes de que las puertas se cerraran. En todo el trayecto trataba de descifrar que carajos había sucedido hace un momento.

— Buenos días. — Brenda sonrió como cada mañana. — Uhhh, lindo labial, ¿es nuevo?

— De camino me encontré con Robert Clayton, movió todo mi mundo, me llamo mi sol, cruzo la calle conmigo y me dejo justo frente al ascensor, y casi me besa en la boca, ¿será una señal del universo?

— Y no olvides que te invito a salir.

— Sí... ¿Debería empezar a buscar vestidos de novia y a organizar la boda?

— La celebración debe de ser en su yate sí o sí, incluso también podría ser la ceremonia, ¿crees que sus hijos vayan a aceptarte como su nueva mami?