DESTINO

PREPARATIVOS

Una vez llegaron al andén 9 ¾ las serpientes se despidieron prometiendo verse en las vacaciones, Ryan saludo a la familia Malfoy antes de pasar a retirarse; no sin antes prometerle a Narcissa que iría a visitarla algunos días.
Ming había ido a recoger al Grindelwald por lo que llegaron rápido, inmediatamente en la mansión el rubio fue recibido por el enorme basilisco que comenzó a ser mimado mientras los elfos se llevaban a guardar las cosas de su amo.

Las vacaciones del rubio estarían muy ocupadas debido a los múltiples compromisos que tenía, pero todo eso valdría la pena.
Los elfos se encargaron de limpiar y decorar la mansión para la fiesta que ofrecería la casa Grindelwald.

Debido a que era una mansión "pequeña" la servidumbre también lo era; apenas tenía a su servicio a 20 elfos domésticos, los cuales cumplían con las tareas otorgadas por el nuevo amo de la mansión.
Ming era el elfo personal de Ryan, se encargaba de cumplir con los mandatos directos del heredero, además tenía poder sobre el resto de servidumbre; luego estaba Toru, la elfina que se encargo principalmente de cuidar al rubio durante su etapa de bebé, actualmente se encargaba de limpiar la habitación del chico, ver por el cuidado de las mascotas de éste y de ayudar al joven amo con su aseo personal (ayudarlo a peinarse, cambiarse, lavar la ropa de este, etc).

Luego estaban las elfinas Vany y Taffy, las cuales se encargaban de mantener el comedor limpio, servir la comida y de el aseo de los trastes de la cocina; como cociner@s se encontraban Taro, Pick, Grim y Ash; también se aseguraban de tener limpia su área de trabajo.
Los jardines estaban a cargo de Gum, Kyo y Aki, estos debían de cuidar tanto las plantas normales como las mágicas (evitando ser mordidos por algunas especies), las criaturas mágicas eran cuidadas por Ken, Nori, Nora y Miko; y eran las encargadas de informar cualquier incidente al señor de la casa.

Y por último estaban los elfos que se encargaban del aseo del resto de la mansión, eran Suki, Mine, Mei, Tom y Karl; eran los que se encontraban más ocupados debido a fiesta que su señor se encontraba preparando.

Había pasado una semana desde vacaciones y los preparativos ya se encontraban listos para el evento que se llevaría a cabo el día siguiente.
Ryan se encontraba ya en su cama siendo acompañado por sus mascotas, Nix ya se estaba acurrada a su costado mientras que Nox estaba por las piernas del chico.

Los ojos claros se tornaron blancos por unos minutos antes de volver a la tonalidad azulina, los labios del menor se curvaron en una sonrisa sutil mientras pronunciaba unas palabras en un tono juguetón.

-Vaya, habrá más peones en el tablero; muero por empezar el siguiente ciclo escolar.

La mente del menor se encontraba haciendo cálculos y viendo varias ideas con la nueva información que había recibí gracias a su visión, aunque salio de sus pensamientos al escuchar como Ming aparecía a su lado.

-Todos los materiales están listos.

-Bien hecho Ming, puedes ir a descansar.

El Grindelwald se durmió luego de eso, pues debía despertar temprano para poder verificar que todo estuviera bien; en esta ocasión los invitados podía llevar mediante aparición o chimenea; Ryan se había encargado de levantar algunas de las barreras temporalmente.
Exactamente a las 3:00 pm. empezaron a llegar los invitados, todos eran hijos de distintas familias pura sangre que eran guiados hasta el salón donde ya había varias mesas listas para ser ocupadas.

En la entrada del salón se encontraba Ryan, quien vestía un traje negro con detalles en azul y dorado, el estaba recibiendo con cortesía a los que iban llegando.



Los invitados al adentrarse al salón podían notar las mesas perfectamente acomodadas con todo lo necesario para disfrutar de la comida, también había una mesa con algunos postres y aperitivos, y de fondo se podía escuchar una suave música que permitía que los niños conversarán.