El sonido de la lluvia se hizo presente llamando la atención de Mina.
—Supongo que es hora de cerrar...— Murmuró mientras pasaba su vista de la ventana hacia el reloj colgado en la pared, se despidió de un par de animales para después colocar su saco, tomar su bolso y caminar hacia la salida.
Mientras buscaba las llaves para cerrar el lugar, los maullidos de un felino sonaron, miró hacia donde provenía el sonido observando la figura de un pequeño gatito anaranjado, rápidamente corrió a este mientras lo cargaba con mucho cuidado al interior de la clínica dejando su bolso tirado en la entrada.
Una vez al examinar a este pudo verificar que era una gatita, quién estaba algo empapada y tenía una patita con sangre. Tomó una toalla mientras secaba al felino y empezaba a desinfectar la herida.
—Mañana me haré cargo de ti, eres una buena chica eh — Pasó su mano por la cabeza del felino, quién casi instantáneamente se recargo en su mano en busca de mimos haciendo reír a la chica.
—¿Tienes dueño pequeña? — Preguntó, recibiendo un pequeño maullido del gatito, casi como si pudiera entenderla.
—Te daré algo de comer — Dicho esto Mina caminó hacia un estante donde tenía algo de comida para gatos, mientras servía uno su teléfono comenzó a vibrar.
—¿Sunghoon?, ¿te encuentras mejor? — Preguntó en cuanto tomó su teléfono mientras dejaba el pequeño plato frente al gato.
—¡Mina!, si... Mañana podré ayudarte jaja, ¿Ya estás en casa?
—Aun no, ocurrió un imprevisto — Respondió mientras miraba al felino con una sonrisa, quién comía como si no lo hubiera hecho desde hace días.
—Deberías, el reporte del clima mencionó que lloverá bastante esta noche, mañana te ayudaré con lo que quede pendiente — Un trueno alarmó a la chica haciéndola dar un pequeño salto, se acercó a la puerta de cristal mirando la lluvia aumentar.
—Bien, nos vemos luego Sung — Se despidió mientras guardaba su teléfono y regresaba su vista al felino, quién había desaparecido en el corto tiempo de distracción.
—¿Gatito? — Preguntó mientras comenzaba a buscarlo. —Vamos, sal de ahí, es algo tarde como para seguir aquí, necesito ir a casa.
Después de unos minutos de búsqueda, otro trueno sonó haciéndola dar otro pequeño brinco del susto. —Esta bien, mañana me encargaré de ti.
Guardó el plato para después caminar hacia la entrada recogiendo el bolso que antes había tirado, el leve aumento de peso llamó su atención, ignorandolo momentáneamente, tomó su paraguas mientras salía para cerrar nuevamente la veterinaria y correr hacia su auto.
Una vez dentro colocó el bolso en sus piernas mientras lo abría, unas pequeñas orejas junto con una cola anaranjada se hicieron presentes haciéndola reír.
—¿No querías quedarte allí, eh? — Otro maullido sonó en respuestas.
—Bien, pero solo será por hoy... No dejan entrar animales — Habló mientras colocaba su bolso con el felino dentro en el asiento del copiloto, se colocó el cinturón y comenzó a manejar rumbo a su apartamento.
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Una vez dentro, colocó su bolso en el sofá mientras sacaba al felino, quien movía su cola como si fuese un perro ante su nuevo hogar.
—Mañana regresaremos a la veterinaria — Habló la chica mientras caminaba hacia su habitación para cambiar su ropa.
Una vez el gatito perdió de vista a la chica, comenzó a explorar el lugar mirando fascinada la decoración del apartamento, era mejor que la de su último dueño.
Tal vez, finalmente logre tener alguien que la quiera, tal como es.
