—Adelántate, iré en un momento—respondió cerrando su casillero.

—Ok, no tardes.

Apresurado salió a buscar a Tony, necesita hablar con él.

—No pierdas tu tiempo, Tony se fue con sus amigos—le advirtió Romanoff.

El rubio, más o menos resignado, se fue a sus practicas de fútbol.



Stephen de verdad se esfuerza por poner atención a lo que sea que Wong esta diciendo, pero le es difícil apartar la mirada de Tony, es como si el chico tuviera una clase de imán. Solo el sonido de un celular rompió la burbuja mental en la que estaba inmerso.

—Oh, disculpen—susurró el castaño extrayendo el celular de su mochila.

Para Strange no paso desapercibido el momento en el que su rostro se descompuso un poco en un gesto de inusual sorpresa por la llamada, la cual no atendió y termino ignorando. Le pica la curiosidad por saber quién lo llamo y causo ese gesto en él.

—¿Quién era?—preguntó Bruce para fortuna del alfa.

—Nadie importante, ¿en qué estábamos?—dio como respuesta en apariencia tranquilo retomando el tema.

Nadie importante, escuchar eso lo alivio aunque no ayudo a saciar su curiosidad, sin embargo decidió dejar el tema a un lado y concentrarse en el proyecto, lo que resulto un poco difícil por los insistentes sonidos de alerta de mensaje que provenían del celular de Tony.


—Adiós, nos vemos mañana chicos—dijo Banner tomando su propio camino.

—Adiós Brucie—espetó Tony para luego girarse hacia el alfa—. Hoy es tu día de suerte, Stephie.

—Ah, ¿sí? ¿Por qué?

—¿Te tienes que ir o... quieres ir por una dona conmigo?

—Hmm, no lo sé...—murmuró en broma para molestar a su compañero.

—¿En serio desaprovecharás la gran oportunidad de ir por una deliciosa dona con el chico más guapo de la escuela?—contradijo dramático y sobreactuado.

—Supongo que es tu día de suerte, iré contigo, pero con una condición.

—Oooh, ahora pones condiciones—canturreó divertido.

—Yo invito esta vez—comentó acercando tentativamente su mano a la del omega.

—Trato hecho—aceptó con una sonrisa ancha, estrechando su mano.


Después de su visita a aquella tienda, Stephen y Tony caminan juntos de regreso a casa, desviándose un poco del camino, compartiendo una charla amena y una dona. Stephen adora esos momentos, en los que Tony le comparte de sus golosinas de esa forma tan tierna, acercando la dona a su boca provocando que su corazón se derrita. El chico lo desconcierta, lo había tomado como un tipo egoísta, presumido y un poco insufrible derivado de su fachada arrogante y narcisista, motivo por el cual nunca le intereso entablar una relación más cercana, creía que a lo mucho durarían dos semanas, pero ahora se da cuenta que solo es eso, una fachada, porque en realidad el chico es lindo, tierno, cariñoso, adorable y bastante considerado.

Cuando terminaron la dona, Tony se subió a una barda que esta a su lado.

—¡Mira! Ahora soy más alto que tú—clamó llamando la atención de su contrario que mantenía la mirada en el suelo.

Stephen enfoco la mirada en él y sus ojos se encontraron con una imagen sublime: Tony observándolo fijamente y obsequiándole una sonrisa encantadora, entendiendo porqué toda la gente siempre quiere revolotear a su alrededor. Tony es realmente encantador e irresistible.

—No me vayas a empujar, eh—añadió juguetón, bromeando con él, deteniendo sus pasos.

—Tranquilo, no me quiero quedar sin novio—replico Strange aunque inseguro de su tono, dudando si lo decía en broma o en serio.

Freno su caminar y se plantó frente al omega, contemplándolo en silencio.

—Gracias—susurró después de una breve pausa.

—¿Por qué?—cuestionó cautivando su atención.

—Por todo.

—No me agradezcas—murmuró colocando las manos en sus hombros.

El alfa respondió colocando las manos en la parte posterior de sus rodillas y con un anhelo mutuo unieron sus labios en un beso ansioso.



Al volver a casa, lo recibió su mayordomo.

—Señor, si me permite decirlo, hoy luce particularmente contento.

—Fue un buen día.

—Le prepararé su cena.

—No, gracias, tengo unas cosas que hacer—aclaró.

Subió a su habitación y tomo asiento en su cama para revisar su celular, lo que no pudo hacer, enseguida se vio interrumpido.

—Jarvis, ¿qué sucede?

—El señor Rogers lo busca, lo esta esperando en el vestíbulo.

Con varios sentimientos entremezclados, salió disparado para reunirse con el susodicho.

—Steve—pronunció un poco sorprendido.

—Tony.

—¿Qué haces aquí?

—¿Qué? ¿Qué que hago aquí?—repuso un poco ofendido—. He intentado comunicarme contigo y tú solo te la pasas ignorando mis mensajes.

—Estoy ocupado—espetó altanero y a la defensiva, cruzando los brazos—. Mi mundo no gira en torno a ti.

—Escucha no vengo a pelear contigo, ¿de acuerdo? Yo... solo necesito hablar contigo...

—Ah, ¿ahora si quieres hablar?

—Por favor, escúchame—rogó.

—¿Y qué quieres? Estoy ocupado, ¿qué palabra no entiendes?

—Estoy tratando de reconocer mis errores y la prueba esta ahí... en que Strange regresará a la escuela.

—¿Y qué esperas? ¿Que te bese los pies por eso? Por algo que fue responsabilidad tuya...

—Tony, cálmate, no estoy queriendo decir que me agradezcas por eso... Solo quiero... que veas que lo estoy intentando, que estoy intentando reparar las cosas que yo estropee, porque yo quiero... Quiero que regreses conmigo.



Una relación falsa (IronStrange AU)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant