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synopsis

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synopsis. no puedes dormir, y hay solo una cura para eso. taylor.
info. fluff y confort, taylor swift x fem¡!reader.
words. 786 palabras.
warnings. no.
author's note. ando aburridisima, así que me pongo a subir borradores mientras me pongo a escribo otros.














Algo no iba bien. Tenías sueño, pero no podías dormirte, el frío seguía golpeando tu piel. Cada vez que intentabas cerrar los ojos, lo único que veías era negro total. Evidentemente. Pero no podías evitar sentirte frustrada por ello.

Cada vez que oías un sonido te instaba a abrirlos de nuevo o cada vez que accidentalmente imaginabas algo horripilante.

No podías mantener los ojos cerrados ni diez minutos para que tu cerebro se apagara. Y sobre todo, tu persona favorita no estaba allí. Estabas sentada en el sofá con las piernas cruzadas, apoyando la cabeza en la mano mientras la televisión emitía un programa aleatorio.

Te sentabas y te relajabas, pero te sentías como si te estuvieran observando. Sabes que no lo estás por las muchas veces que has mirado a tu alrededor, y los gatos siempre están ahí para alertarte, pero es difícil no sentirse así.

En realidad, era sólo la ansiedad siendo molesto como nunca.

Tal vez fue esto, tal vez fue aquello.

Entonces te das cuenta.

Tal vez fuera inquietud.

Suspiraste, como tantas otras veces, tumbándote de espaldas en el sofá mientras intentabas quedarte dormido por quincuagésima vez. Pero por mucho que los mantuvieras cerca, terminabas por rendirte y abrirlos una vez más.
Moviste el brazo sobre tu cara, el pliegue del brazo doblado descansando sobre tu nariz para tapar la mitad de tu vista del techo. Cerró los ojos una vez más, con pocas esperanzas de dormirse.

─¡Cariño, estoy en casa!─ Una voz familiar te llama desde la puerta principal. Pero pensaste que tal vez te habías dormido y ya habías empezado a soñar, eso esperabas.

─¿Cariño?─ Pregunta con un volumen más normal ahora, acercándose al sofá sin que te des cuenta. Taylor mira hacia abajo y te ve, una pequeña sonrisa en su rostro mientras se dirige a sentarse en el sofá a tu lado.

Ella te pone suavemente la mano en el brazo, apartándola lentamente de tu cara. Tus ojos se abren lentamente y parpadeas para alejar las luces y los colores que te ciegan.

Espera.

Esto es mejor que un sueño. Por fin te das cuenta de que está ahí, contigo. Su figura se difuminó hasta que ves esa cara que tanto adoras.

─¿Estás bien?─, pregunta preocupada mientras se arrodilla a tu lado.
Haces un mohín y sacudes la cabeza.

─Quiero dormir, pero no puedo.

─Aw, amor─ Se mete un mechón de pelo de la parte delantera de la cara a la parte posterior de la oreja, y luego puso la mano en la mejilla.

─Vamos a la cama, ¿sí? Y luego podemos acurrucarnos y te dormirás antes de que te des cuenta─. Te roza la mejilla con el pulgar antes de levantarse, suelta la mano y se dirige al dormitorio, esperando que la sigas, pero se detiene y se gira para verte con el mohín puesto, mirándola de una forma que sabe que indica que no te vas a levantar.

Y así, ella retrocede y tira de tu mano mientras tú la estirabas hacia ella, para llevarte a una posición sentada. Cuando volvió a tirar suavemente de tu mano para que te levantaras y caminaras, te quedaste quieto en el sofá, dejando caer la cabeza sobre su estómago. Su mano rodeó tu cuerpo instintivamente. Te miró con un suspiro, pero sonrió con cariño al ver lo pegajosa que te pones a pesar de todo.

─Vale, vamos─. Sus manos bajaron para engancharse bajo tus muslos y levantarte, y rápidamente pusiste tus brazos alrededor de su cuello para tener más apoyo y no caerte. Aunque sabías que te atraparía de todos modos.
Te da un beso en la mejilla antes de subir a tu habitación, mientras tú apoyas la cabeza en su cuello.

Ella te tumba en la cama y tú te recuestas. Esperaste a que se incorporara para acurrucarte junto a ella y adoptar una postura similar a la de antes, en la que tu cabeza estaba apoyada en la suya y sus brazos rodeaban tu cuerpo.

El calor que irradia y el mero hecho de saber que está ahí, contigo, manteniéndote a salvo, ya te hacen sentir somnolienta. Por fin. Cerraste los ojos con cansancio, y lentamente, tu respiración pasó de normal, a suave.
Te echa un vistazo, contenta de que te hayas dormido, tal como te dijo. Poco después, se va contigo al país de los sueños. Esperando que alguno de los dos esté soñando con el otro, o con gatos.

 Esperando que alguno de los dos esté soñando con el otro, o con gatos

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@ anonymoussink ﹙📚﹚; 2O23

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@ anonymoussink ﹙📚﹚; 2O23.

adore you | 𝘁𝗮𝘆𝗹𝗼𝗿 𝘀𝘄𝗶𝗳𝘁 | one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora