— Sh, sh, sh — arrullé al bebé entre mis brazos y pronto pudo dormir.

— Te ensuciaste — miró mi escote lleno de ese líquido viscoso que llenaba al bebé.

— No importa — me encogí de hombros —. Espera — ambos nos detuvimos —, ¿qué hacías viendo ahí? — entrecerré mis ojos divertida.

— Solo era porque estaba sucio — carraspeo entre dientes sonrojado.

Miró a otro lado avergonzado, y, sin decir nada siguió caminado haciéndose el tonto. Me encanta que se vea tan imponente pero sea tan tímido.

[...]

— No deberíamos dejarla sola. Me da miedo — dije por milésima ves en el día.

— ________ tranquila. Ven, vamos por ella — tomó mi muñeca llevándome al camino por dónde habíamos venido.

— Es que eres un irresponsable. Una que tiene complejo de madre lo sabría — bufé sonrojada por su acción.

Estaba por decir algo pero el grito de la niña captó nuestra atención. Ambos sonreímos mirándonos a los ojos.

— ¡Omma! ¡Oppa! — caminé hacia ella, tomando un tennis que tenía en su mano para ponerlo frente a ella.

Estaba arriba de una furgoneta o algo por el estilo. No lo sé. Jamás supe distinguir.

Se sentó en la parte de arriba y, mientras yo le ponía en tennis derecho, él le ponía el izquierdo. Traté de ponérselo con sumo cuidado. Quise cargarla en mis brazos más no pude por Hyun-soo, que había estirado sus brazos para poder hacerlo.

Estos días que, sinceramente no sé cuántos han pasado, ambos crecimos. Mi cabello lo corté por razones obvias, aunque no tan corto, solo que me llegaba al pecho. Más aparte crecí un poco de centímetros, pero no me comparaba con mis poderosos 1 metro con 65 centímetros con la altura de Soo. Por su parte, Hyun-soo se encontraba con el pelo aún más largo, su cara seguía igual.

La niña también creció en parte, aunque creo que un poco rápido, pero no me quejo. Siempre tratábamos de conseguirle lo mejor que pudiéramos y también tratarla de lo mejor. Ahora mismo lleva un vestido floreado.

Cha la llevaba en sus hombros mientras también sostenía mi mano en sus dedos. Me gustaba esto. El que todo estuviera tan solo, sin humanos y que el aire se sintiera tan limpio me hacía tener nostalgia.

Ya había superado por completo el hecho de que mis padres probablemente hayan muerto. Es algo de la vida con lo que tengo que seguir, aunque, aún duele no tener una figura paterna y materna a mi lado que esté apoyándome en todo. Después de todo, tenía a Hyun-soo, y con eso era más que suficiente.

El aire me pegaba en mi rostro lo que hacía que mi cabello se moviera con él. Caminamos hasta llegar a donde "vivíamos" por así decirlo. Era como un tipo de yate. Soo bajó a la niña de sus hombros para bajarla al suelo.

No dijimos nada, solo nos quedamos sentados los tres viendo el atardecer con la niña en medio de nosotros dos. Minutos después se paró para jugar con unas sillas de por ahí.

— Amo los atardeceres — sonreí sintiendo el sol levemente en mi cara.

— Lo sé.

Tomé su cara en una de mis manos y con la otra en su cabello tocandolo, él hizo lo mismo acercandome a él de forma rápida. El roce de sus labios se sintió por breves segundos para después complementarnos en uno. Nuestros labios se sincronizaban por sí mismos. Así era, no es como si fuera la primera vez que nos besaramos. Terminó finalmente en un pequeño pico y sonreí en sus labios.

No nos besábamos frente a la niña porque no queríamos dar un mal ejemplo de ello, ya que varías veces podíamos ser algo agresivos con los besos. Es por eso que en los pocos segundos que nos dejaba, aprovechabamos por un piquito o uno más largo.

Moví mi cabeza para reposar en su hombro y juntos ver el atardecer. Jugué un rato con sus grandes manos para susurrarle:

— Ella está aquí, ¿no es cierto? — asintió.

— Vendrá — solo dijo eso.

Después de varios minutos, Yi-kyeong salió de su escondite por lo que me separé de Soo y me paré rápidamente de mi lugar. No podía confiar en una madre que deja a su hija, pero en el fondo la comprendo, tenía miedo.

Ella se escondió detrás de mí cuando Hyun-soo y yo estábamos frente a ella. Tomó mi blusa larga entre sus pequeñas manos para jalonearla.

— Llegué muy tarde, ¿no? — habló

— No — Hyun-soo negó — Nos alegra verte.

— Saluda — me quité un poco para que pudiera verla —. Ella es tu mamá — la empuje un poco ya que no avanzaba.

Yi-kyeong se arrodilló frente a ella para quedar a su altura — Hola — la abrazó.

Lo admito, casi chillo.

[...]

Hyun-soo y yo estábamos viendo qué recolectar; comida, ropa, armas. Todo lo necesario para sobrevivir. No estábamos tan lejos cuando oí un balazo.

— ¿Oíste eso? — paré a Hyun-soo cuando me acorraló contra un árbol para besarme.

La timidez se le iba por algunas ocasiones.

Nos miramos entre sí y asentimos para correr al yate donde esperábamos que estuvieran. Hyun-soo me ganó por supuesto, él tenía unas piernas más largas por su altura y una mejor condición física que yo. Cansada, me agarré de un árbol para respirar por la nariz y seguí. Cuando llegué miré a Yi-kyeong con el ojo sangrando y a la niña con un corte en el brazo. Extrañada miré que "la niña" ya no era tan pequeña, ahora estaba más grande.

Até cabos en mi cabeza.

— Nunca la perderé — dijo Yi-kyeong, miré la escena con pena para ir por los botiquines que teníamos.

— Lo siento, linda. Solo que su herida es mayor — hablé para después acercarme a Yi-kyeong y tratar de curar la herida en su ojo, pero era imposible que volviera a su estado anterior.


__________________________________

Siento q en este cap hubo referencias subidas de tono. Perdón, esq quisiera q supieran que hay más confianza.

1491 palabras
21/12/2023

𝐋𝐎𝐕𝐄 ⸻ 𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐡𝐨𝐦𝐞 𝐈𝐈Where stories live. Discover now