Relatos de Pandora

Tumba Nevada

La leyenda de la Montaña Blanca es sencilla. En la zona más fría de toda la región de Pandora se rumoreaba que en la cima se encontraba una especie de fragmento que proporcionaría vida eterna a su portador. Un niño en busca de llegar a la cima para curar a su madre enferma, escapó de su pueblo y se sometió al cruel frío de ese lugar. Pero, decidido a llegar a la cima, nunca abandonó su idea original. Pero esa determinación también fue su perdición, el frío era demasiado y poco a poco lo fue matando hasta que su cuerpo ya no pudo resistir, que tonto era. Su cuerpo se rindió así, murió sin llegar a la cima.

Los habitantes notaron su ausencia por la mañana, obviamente estaban preocupados, y con armas en mano salieron a buscarlo y traerlo sano y salvo. En el camino a la montaña encontraron unas huellas, extrañamente había dos juegos de huellas, y cuanto más buscaban, encontraron un rastro de sangre. Siguiendo todas esas pistas hasta un acantilado cercano, los llevó hasta el niño, muerto, su cuerpo estaba mutilado y estaba siendo devorado lentamente por los lobos. Los lugareños cazaron a los lobos y los ahuyentaron del cuerpo.

Cuando trajeron al niño muerto de regreso al pueblo, todos estaban en puro silencio, algunos llantos de los familiares y la madre solo empeoró, que idiota... Pero aparte de eso, no hubo nada más, unas oraciones al Dios tenga piedad de su alma, lástima que algunos delirios le condujeran a la muerte o a destinos peores. Antes de enterrarlo, el padre, mirando por última vez a su hijo ya muerto, notó algo extraño en las heridas, algo que estaba dentro del abdomen, y cuando lo sacó, esa cosa resultó ser un trozo metálico de algo, la punta de un cuchillo.

Fue entonces cuando todo empezó a tener un horrible sentido, las segundas huellas y la punta de un cuchillo. El frío no lo mató, al menos no como fuente principal. Estaba claro que alguien más lo había matado, usando a los lobos como cebo para persuadir su verdadera identidad. Algunos dicen que el espíritu resentido sigue atrapado en la montaña, esperando la llegada de su asesino para vengarse. Aunque su ira se desató en otras pobres víctimas que desaparecieron. ¿Verdad?

Pues no, otras personas murieron de la misma forma que el niño (incluido el padre, que quería vengar a su hijo muerto, pero ese fue el último clavo en el ataúd para la madre), todos con un trozo de metal en el cuerpo, luego , eran comida para los lobos salvajes, se convirtió como un modus operandi para el asesino, o los asesinos, ya que nunca eran capturados. Pero todas las víctimas tenían un objetivo, llegar a la cima de la montaña, como si estuvieran hipnotizadas para que ese deseo se hiciera realidad. Quién sabe si el fragmento era real o no, mejor no saberlo...