^^Capitulo VII ^^

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Shark: No sé qué juego estás jugando, pero no permitiré que dañes lo que compartimos.

Inés: (sonríe con malicia) Querido Shark, no comprendes nada. Beliar es libre de elegir, y si elige alejarse de ti, ¿quién eres tú para detenerlo?

La revelación de Inés sobre su plan de ir a un bar con Beliar fue como una chispa que encendió la furia en el corazón de Shark. La sombra de la inseguridad se volvía más densa mientras enfrentábamos una encrucijada en la relación.

Shark: ¿Un bar? ¿En serio, Inés? ¿Por qué tienes que llevarlo a un lugar así?

Inés: (sonríe con malicia) Querido Shark, Beliar y yo somos amigos. No tienes por qué preocuparte.

La respuesta de Inés resonaba como una melodía sarcástica, alimentando la ira que bullía en el interior de Shark.

Shark: Esto va más allá de la amistad. ¿Por qué tienes que interponerte entre nosotros?

Inés: (se encoge de hombros) ¿Interponerme? Solo estoy disfrutando de la compañía de un buen amigo. ¿No deberías confiar más en Beliar?

"La atmósfera se volvía cada vez más tensa, como si estuviéramos parados en el filo de una navaja. La sombra de la incertidumbre se cernía sobre nosotros mientras  luchaba por contener la tormenta de emociones que rugía en su interior."

-Shark...

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La escena en el departamento de Shark pintaba un cuadro de cotidianidad, pero la sombra de la inquietud oscurecía el aire. Beliar, con la despreocupación natural que le caracterizaba, estaba inmerso en la cocina, luciendo las sudaderas holgadas de Shark y unos shorts cortos que realzaban su encanto despeinado.

Beliar: (sonríe) ¿Quieres algo de comer, Shark? Estoy preparando algo.

Shark: (frunciendo el ceño) ¿Vas a salir con Inés al bar?

Beliar: (asiente) Sí, solo un rato. ¿Por qué?

La confrontación se gestaba en el espacio de la cocina, donde los gestos y las palabras pesaban más de lo que parecían.

Shark: (serio) ¿Por qué tienes que ir con ella? ¿No puedes entender cómo me hace sentir?

Beliar: (pausa) Shark, es solo una salida, no tiene nada que ver contigo.

Shark: (molesto) Pero sí tiene que ver con nosotros. ¿Por qué tienes que ir a un bar con ella?

Beliar: (suspira) No veo cuál es el problema, Shark. Es solo una amiga.

Aunque la respuesta de Beliar intentaba disipar la tensión, las sombras de la incomodidad persistían en el ambiente.

La confrontación en la cocina se volvía más intensa, como una tormenta que se desataba con cada palabra pronunciada.

Shark: No voy a salir, Beliar. No me siento cómodo con esa salida.

Beliar: (frustrado) ¡¿Por qué tienes que controlar mi vida, Shark?! No eres mi padre para decirme qué hacer.

La tensión alcanzó su punto máximo cuando Beliar, enfurecido, dejó caer la comida al piso con un estruendo.

Shark: (enojado) No se trata de controlar, Bel. Se trata de respeto y confianza. No puedo soportar verte salir con ella.

Beliar: (gritando) ¡Pues eso no es problema mío, Shark! No eres mi dueño. No eres nadie para decirme con quién puedo salir.

La discusión se volvía cada vez más fea, con palabras lanzadas como cuchillos afilados en medio de la cocina.

Shark: (furioso) No sé qué está pasando entre nosotros, pero esto no puede seguir así.

Beliar: (desafiante) Pues si no puedes aceptar que tengo mi propia vida, entonces quizás deberíamos replantearnos muchas cosas.

La tormenta verbal continuó, dejando un rastro de palabras hirientes y la sensación de que algo fundamental en la relación se estaba rompiendo.

Después de la tormenta verbal, el silencio se apoderó del departamento. Beliar, abrumado por la confrontación, se retiró a un rincón, donde las lágrimas brotaban como una liberación emocional.

Shark, aunque herido por la discusión, decidió darle espacio a Beliar para procesar sus emociones. Sin embargo, la preocupación y el deseo de reconstruir lo que se había roto lo impulsaron a entrar.

Shark: (suavemente) Bel, lo siento. No deberíamos habernos dejado llevar así.

Beliar: (entre sollozos) No sé qué está pasando, Shark. Todo esto me duele.

Shark se acercó con cautela y envolvió a Beliar en un abrazo reconfortante.

Shark: (acariciando su cabello) Lo siento mucho, Bel. No quiero que llores. Estamos juntos en esto.

La atmósfera se suavizó, y en medio de las disculpas y las lágrimas, encontraron un espacio para la reconciliación.

Beliar: (mirando a Shark) No quiero que esto destruya lo que tenemos.

Shark: (acariciando su rostro) Yo tampoco, Bel. Fui egoísta, y no debería haber tratado de controlar tu vida.

Ambos se miraron, compartiendo un momento de complicidad y amor.

Shark: (dudando) Bel, ¿puedo salir esta noche? Aunque no lo quiera en el fondo, entiendo que necesitas tu espacio.

Beliar: (asintiendo) Gracias, Shark. Necesito un momento para pensar.

Se abrazaron de nuevo, sellando la reconciliación con un beso lleno de disculpas y promesas de cambio...


"Bajo el eco del silencio, como moscas en una casa deshabitada, siento la ausencia de nuestras risas y la melodía de un vacío que intento disipar en la oscuridad de mis pensamientos."

-Beliar...

≧◠ᴥ◠≦✊(👍≖‿‿≖)👍 👍(≖‿‿≖👍)(♥♥,)

Hasta que el capitulo number seven, espero les guste a todos

una dedicatoria a Star y Fresita.

Shark×BeliarWhere stories live. Discover now