EXPERIENCIAS DESOLADORAS

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Lamentó haberse ido con aquella expresión fría en el rostro, pero estaba intentando digerir todo lo que había ocurrido.

«Con razón los chicos se pusieron nerviosos cuando les dijo ella que iba a su casa, temían esto»

Siguió caminando hacia el taxi que había pedido y se subió al vehículo, intentando dejar su mente en blanco, todo había sido una dosis demasiado fuerte para él y no quería enloquecer, no otra vez...

º º º

Una semana después todo volvió a la normalidad y al mismo tiempo, nada volvió a ser lo mismo. Siguieron su amistad, pero en sus mentes los miedos recorrían cada rincón, siguieron hablándose, exponiendo sus auténticos "yos" pero la inseguridad los hacía dudar sin avisar.

-Jaimito pregunta: profesora, cuando los testigos de Jehová mueren, ¿van al cielo? La profesora responde: si, Pepito y Pepito ante eso le responde: ¿Y Dios les abre la puerta o también se esconde como hacen aquí?

Todos explotaron de risa ante el humor de Calum, el cual lucía una sonrisa triunfadora. Estaban tenido una dura jornada y no había nada mejor que un par de risas alegrando lo que faltaba de día de estudio.

El teléfono de Brisa sonó y atendió rápidamente; aquel rostro lleno de paz y armonía que portaba se transformó en uno de horror y preocupación en menos de un segundo, todos se pusieron alerta.

-Maldita sea, la niñera no puede cuidar a los niños, Rose crees que podrías...

-Lo siento, hoy tengo ginecólogo de nuevo.

-Mierda -escupió, pateando una lata de refresco.

-Yo puedo cuidarlos si tu quieres -se ofreció Ray, rápidamente.

Todos lo observaron, sorprendidos ante aquello.

-¿Sabes cuidar a niños?

-Por supuesto...

-¿Me harías ese favor?¿Lo dices en serio? -Él asintió y Brisa, rebosante de alegría le dio un fuerte abrazo.

-Debo irme ya, muchas gracias -se despidió.

En cuanto ella se alejó todos lo observaron como si tuvieran un escáner. No podían creer que se hubiera ofrecido, sobretodo por su reacción al saber la verdad, todos supieron que no se lo tomó tan bien como se esperaba, no entendían qué pasaba por su mente, ni siquiera él sabía qué sucedía en ella, tal vez el corazón y la culpa hablaban por él cuando se ofreció, aunque no se arrepentía de haberlo hecho, tenía curiosidad, quería conocer a aquellos niños que habían sido la inspiración de vida de Brisa.

º º º

Llovía demasiado, los truenos rugían con furia y rayos atacaban las antenas parabólicas de las casas. El hogar de Brisa se encontraba silencioso y vacío, aunque podía escucharse el llanto de la pequeña Carrie, a quien la niñera ya cansada, no sabía como calmar. Hacía horas que lloraba y no se detenía, temía que Aiden y DJ despertaran, que no pudieran descansar. Estaba desesperada, tenía cita con el médico y no lograba calmar a la niña.

«Perderé mi trabajo»

Meció un poco más a la niña, la cual estaba con la cara rojiza de tanto llanto. No funcionaba y estaba apunto de perder la cordura sino lograba callarla.

El golpe de la puerta cerrándose la asustó y con temor se asomó hacia allí con la bebé en los brazos. Pudo ver cómo Ray dejaba su mochila en el suelo y escurría todas las prendas que llevaba encima.

BE HOPEWhere stories live. Discover now