Primer capítulo, vamos a ello

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Hola, ¿Qué tal todo? ¡Espero que todo vaya perfecto! Aquí va una primera parte, que espero que os guste! los personajes que salen aquí pertenecen a JK Rowling, que es la autora de los personajes, no son míos, aunque algunos cambios habrá en el comportamiento de éstos, pues esta historia está ambientada en las películas, no en los libros. ¡Disfrutad!

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Todo empezó con un hombre de barba blanca, casi plateada, apagando las luces de una calle llamada Privet Drive. Encima de aquella placa había un búho marrón.

Un gato atigrado estaba en la calle, y observó a aquel hombre sacar un raro aparato, con el que, efectivamente, pudo apagar las luces de la calle.

No fue hasta que apagó la cuarta luz que el gato atigrado le llamó la atención con un maullido, a lo que el hombre se giró hacia el gato.

-Debí imaginar que estaría aquí, profesor a McGonagall- dijo, y el gato le devolvió la mirada, moviendo la punta de la cola, hasta que se transformó en una mujer.

-Buenas noches, profesor Dumbledore- dijo la mujer, que ya tenía cierta edad, e iba vestida con una capa esmeralda y llevaba unas gafas, además de un sombrero puntiagudo.

- ¿Son ciertos los rumores, Albus? - dijo la profesora, mientras fue andando hasta al lado del profesor, y así fueron andando juntos por la calle.

-Eso me temo, profesora- dijo Dumbledore, con pesar en la voz-. El bueno, y el malo- dijo, ahora con amargura en la voz.

- ¿Y el chico? - dijo la profesora, impresionada.

-Hagrid lo traerá-dijo Dumbledore, con voz firme.

- ¿Cree sensato confiar a Hagrid algo tan importante como esto? – dijo McGonagall, con cierta inquietud en la voz.

-Profesora- dijo Dumbledore, con cierto punto de sequedad en su voz-. Confiaría a Hagrid hasta mi vida- dijo, y, justo después, se escuchó el ruido de un motor.

Los dos miraron hacia el cielo, pues la luz de un faro iluminó la escena de repente, cosa que inquietó algo a los dos profesores.

Aquello se fue haciendo más próximo, resultando ser una moto voladora. Encima de ella había un hombre gigantesco, que parecía llevar un bebé. Se bajó de la moto, y se quitó las gafas que llevaba puestas, saludando los profesores.

-Profesor Dumbledore, profesora McGonagall- dijo, como saludo, mientras se acercaba a los profesores.

-Sin problemas confío, Hagrid-dijo Dumbledore, mirando al hombre, con un asentimiento de cabeza.

-No señor- cogió al niño en brazos-. El cachorrito se durmió mientras sobrevolábamos Bristol- dijo- Intenté no despertarle- dijo, en modo de explicación.

Hagrid entregó al pequeño a los profesores, y se dirigieron a una casa en concreto, aunque McGonagall no pensaba rendirse sin discutir.

-Albus- dijo, seria de repente-, ¿Cree que se encontrará a salvo dejándolo con esta gente? Los he observado todo el día. ¡Son los peores muggles que se pueda imaginar! ¡Un desastre!

-La única familia que le queda- dijo Dumbledore, mientras al fin llegaron enfrente de la casa número 4.

-Este chico será famoso, no habrá ningún niño en nuestro mundo que no conozca su nombre- dijo McGonagall, intentando convencer a Dumbledore.

-Exacto- dijo Dumbledore- y es mejor que crezca al margen de todo eso-dijo, mientras Hagrid empezaba a llorar-, hasta que esté listo.

Entonces dejó al pequeño en el suelo, con mucho cuidado, para luego levantarse, pues Hagrid no pudo evitar soltar un sollozo, que alertó a ambos profesores.

-Tranquilo, Hagrid- dijo Dumbledore, intentando calmarlo-. No es un adiós para siempre, a fin de cuentas.

Hagrid asintió, aunque para nada convencido.

Se volvieron a agachar, para que Dumbledore dejase entre las mantas de Harry una carta dirigida a los tíos Dursley.

-Buena suerte, Harry Potter- dijo Dumbledore, despidiéndose de él, por el momento.

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Pasaron unos años, y nos encontramos con Harry, que parecía estar durmiendo en su cama. De repente se encendió una luz.

-Arriba, a levantarse- dijo una voz, cada vez más alta y desagradable, porque chillaba, mientras se oían unos golpes en la puerta-. ¡YA! - acabó chillando.

La mujer fue hacia otra habitación, al parecer con prisas, y cerró la puerta. Harry se giró en la cama, que estaba dentro de un armario, y cogió las gafas.

Se oyó como alguien bajaba las escaleras con prisas, resultando ser un chico. Pareció haber olvidado algo, porque subió unos cuantos escalones, y empezó a saltar.

- ¡Despierta primo, nos vamos al zoo! - dijo, mientras a causa de los saltos que pegaba, caían virutas de tierra en la cabeza de Harry.

El niño paró de saltar en las escaleras, riendo, pues aquello parecía divertirle mucho. Cuando llegó en la puerta, empujó a Harry en su cama, y le cerró la puerta de una patada.

Luego, entró en la otra sala, muy emocionado, al parecer.

- ¡Oh, aquí está mi niño, que cumpleaños! - dijo la mujer, resultando ser Petunia. Mientras, Harry salía de su cuarto, frotándose la cabeza de dolor.

-Feliz cumpleaños, hijo- dijo Vernon, mientras Harry entraba n la cocina, viendo que Petunia le frotaba la nariz con su nariz.

- ¿Por qué no vas a hacer el desayuno? ¡Y ten cuidado de no quemar nada! - dijo Petunia, en un claro tono de amenaza, que no dejaba lugar a disputas.

-Si, tía Petunia- dijo Harry, resignado, mientras que cogía la espátula para hacer huevos fritos. Aunque Harry odiaba a sus tíos y a su primo, pues le trataban muy mal.

-Date prisa. Trae mi café, chico- dijo Vernon, mientras Harry intentaba poner el desayuno en la mesa, aunque no pudo.

-Si, tío Vernon- dijo Harry, con odio muy disimulado.

Mientras, Petunia le había destapado los ojos a Dudley frente a los regalos de cumpleaños, pareciendo encantada.

- ¿A que es maravilloso, cariño? - dijo Petunia, con una voz ligeramente temblorosa. Harry notó aquel detalle, y se preguntó si su tía tendría miedo de Dudley.

- ¿Cuántos regalos hay? - preguntó Dudley a su padre, tras haber observado atentamente la mesa llena de regalos.

-Treinta y seis, los he contado ya.

- ¡¿Treinta y seis?! ¡Pero si el año pasado tuve treinta y siete! - explotó Dudley, mientras que Harry, al ver aquello, negó con la cabeza, hastiado.

-Ya, pero algunos son más grandes que los del año pasado- intentó explicar Vernon.

- ¡Me da igual lo grandes que sean! - lo cortó Dudley, de raíz. 

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¡Aquí acaba la primera parte! Espero que la hayáis disfrutado! Si es así, os agradecería un comentario!

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⏰ Last updated: Dec 09, 2023 ⏰

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Harry Potter, película 1Where stories live. Discover now