𝗴𝗶𝗿𝗹𝘀‣𝗼𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀

selena gomez

Había estado enamorada de selena por lo que parece casi toda mi vida y siempre se mantuvo como un crush como los que tienes cuando estas en el colegio pero ya no estábamos en el colegio y yo ya no era una adolescente. Amabas nos conocimos por taylor ella nos presento y a pesar de que solo la vi un par de veces solo eso me basto para que estuviera en mi mente por horas pero el tiempo paso y ella tenía novios, citas y nunca tuvimos la oportunidad de conocernos, en primera porque nunca supe si a ella le gustaban las mujeres y segunda porque fui tímida en ese entonces. Ahora cada quien tiene su carrera ella como cantante y actriz y yo como jugadora estrella de fútbol americano.

Pero todo cambio cuando un día ella me llamo buscando un poco de consuelo y yo me aproveche de ese momento para ser su hombro en el cual llorar.

—lamento manchar tu blusa

Se disculpa mientras limpia sus lagrimas

—no hay problema de todas formas la odiaba

Ella rio.

Dios, su risa era tan linda incluso ahtoa que estaba llorando con todo el maquillaje corrido.

—¿de verdad? ¿y porque la usas?

—es viernes por la noche y no pensé que alguien me vería con ella

—lo lamento

—¿porque te disculpas?

—porque tal vez tenias algo que hacer y ahora estoy yo arruinando todo

—no, esta bien, de verdad

—¿segura? puedo irme si quieres

La verdad es que no

—No, vamos quedate. —trato de que no se vaya. —además a donde iras y a esta hora

Veo como ella se lo piensa y se acomoda mejor en el sofá

—gracias por esto

—no hay de que

—no, en serio, gracias nosotras casi no hablamos y ahora me dejas quedarme y contarte mis problemas

—para eso están las amigas.—le doy ian sonrisa forzada porque realmente no quiero serlo.

—si, amigas. —repite.

—si me dejas darte un consejo. —la miró directamente a los ojos. —no vale la pena qué llores por un hombre y menos si te lastimo tanto.

—lo sé

—se que es difícil, digo yo no he salido con ellos pero dicen que es terrible

Trato de ser graciosa y veo que si lo logre porque veo como ella ríe.

—¿las chicas nunca te han lastimado?

—solo una

—¿cual? ¿La conozco?

Dudo por un momento si debería decirle que es ella pero me lo guardo porque se que es demasiado pronto para decirlo.

—algo así...

—vamos dime. —me insiste.

—no, es un secreto

—¡vamos!. —me menea. —¿es famosa? ¿es cantante? ¿modelo?

—basta no te diré.

—bien, lo intente.

—¿y tú?

—¿yo que?

—has... ya sabes, salido con mujeres

—no, la verdad no.

Asiento

—que lastima. —murmuré.

—¿qué?. —pregunta ella con la mirada en su servilleta llena de su maquillaje

—Nada, ¿quieres ver una película o algo?

—claro

Minutos más tarde nos encomtramos viendo una película de la cual no se que va porque solo puedo pensar en ella y lo mucho que quisiera poder decirle que ella es la chica que me lastimo. Recuerdo la primera vez que llego a casa de taylor llorando por un chico y me dolió, me dolió mucho verla sufrir y la segunda vez que me lastimo fue cuando volvió con él pero claro ella no tiene la culpa de mis sentimientos solo soy yo sintiendo demasiado.

—¿___?

—¿Perdona?. —salgo de mis pensamientos

—¿estas bien?. —veo como frunce el ceño

—no perdona pensaba que mañana tengo que estar a primera hora para entrenar

—oh, en ese caso me voy. —se levanta del sofá para tomar su abrigo

—¿segura?

—si, ya estoy mejor

—bien, de todas formas llámame si te vuelves a sentir así.

—claro y gracias

Ella camina hacia la puerta mientras yo la sigo.

—bueno nos vemos.

—adiós. —me recargo en la puerta para despedirla

La veo irse y se que si no hago esto ahora no lo haré jamás

—¡selena!. —le grito mientras corro tras ella

—¿qué pasa?

—olvidaste algo

—¿qué?. —busca entre su bolsa lo que acaba de perder

—bueno, más bien yo estoy perdiendo algo

—¿qué es?

—esto.

Estampó mis labios contra los de ella
mis manos se posas en sus mejillas
haciendo qué sé acerque más a mi
y mientras disfruto el tacto de sus labios solo puedo pensar que en cualquier momento me dará una cachetada pero ya ha pasado un tiempo y no lo hace.

Al separarnos puedo ver como ella me sonríe

—te tardaste

—si, lo se. —dije, muriéndome de vergüenza y estoy segura de que mis mejillas están rojas justo ahora

Ella ahora es la que me da un beso corto pero que disfrute

—me gusto mucho ese beso

—y a mi

—espero y se repita

—tal ves lo haga si aceptas salir conmigo

—pues hazlo pero esta vez no piernas el tiempo

Ahora ambas nos reímos

—¿que te parece ese sábado?

—me gusta, ahora si, nos vemos

La miro irse y yo mantengo una sonrisa en mis labios que estoy segura que no borrare en lo que queda de la noche.