❝ I wanna break his heart
then be the one to stitch it up❞
En donde Allison Maybank
emprende una emocionante y
arriesgada búsqueda del oro
junto con sus mejores amigos y hermano.
O
En donde Rafe Cameron
se esfuerza por ganarse el
respeto y orgul...
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「 ❝Golpes sobre golpes❞ 」
AYER SU DÍA terminó de la mejor manera, luego de haber acompañado a Pope y su hermano a "ejecutar su venganza", se reunieron con Kie y John B a surfear.
Allison lo agradeció, realmente necesitaba liberar un poco de tensión debido a todas las situaciones que había pasado, y que mejor que surfeando con sus mejores amigos.
A los pogues les pasó toda la tarde en eso, disfrutando y aprovechando las olas, hasta que vieron como el sol comenzaba a descender y decidieron que era hora de irse al chateau, para así descansar y al otro día poder llegar al fondo del misterio del tesoro.
En la mañana siguiente, se despertaron temprano para ir en búsqueda del tan anhelado y buscado royal merchant. John B tenía la seguridad que estaba ahí, confiaba en su padre y en su palabra.
—Detente aquí, JJ—le pidió al chico, quien era el que iba al volante.
—Copiado.
John B se encargó de sacar el dron submarino de su bolso.
—Bien, damas y caballeros—dijo—Nos convertiremos en kooks.
Ató bien los cables al dron y lo sumergió finalmente en el agua.
Allison realmente no creía que fueran a encontrar este, pero debía aparentar que si, para que los ánimos y esperanzas de su mejor amigo no decayeran.
Pope era el encargado de manejar el objeto, mientras que John B lo seguía en el mapa de la pantalla.
—Bien, JJ, estamos arriba—le informó al nombrado—Diez segundos al noroeste.
—Entendido—el rubio empezó a mover el volante.
—Allison, ayuda a Kie con el cable—la nombrada asintió y desenredó este para facilitar el trabajo de Kie. Esta siguió estirando la cuerda bajó el agua, hasta que vió la marca roja.
—Treinta metros—mencionó la rizada.
Pasaban los minutos y la desesperación se hacía presente en el pecoso, y no solo en el, en sus amigos también. Era largo el rato que han estado ahí sin pistas de nada. En la pantalla solo aparecían pequeños peces, pero nada del royal merchant.
—La marea está cambiando—informó Kie observando el agua.
—John B, mira esto—Allison, quien había tomado el mando de la pantalla con el registro del bote y el submarino, llamó a su amigo, al ver como se estaban alejando del punto de encuentro.
—Maldición, JJ, diez segundos de sur a sureste, ¿de acuerdo?
—Recibido.
JJ recibiendo la orden de su amigo empezó a girar el bote en dirección contraria.
