~ Capitulo siete. ~

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Alura, ahora se encontraba en una situación muy complicada por su parte tenía una decisión con Kara que debía llevar a cabo y por otro lado a su esposo, Zor-el quien ya había decidido todo lo relacionado con Kara. ¿Le hería?, por supuesto que sí, sin embargo entendía que no podía minimizar los sentimientos de su esposo ni tampoco los hechos que Kara había cometido, pero seguir con tal hecho y parecer ya una cotorra repitiendo había dejado de ser una opción. Tras despertar se preparó y organizó, se despidió de su esposo y le aseguro que regresaría temprano para la cena tomó el coche y condujo a casa de la familia Danvers donde fue recibida por Eliza quien parecía sorprendida genuinamente por la hora.

Alura: Podrías llamar a Kara, necesito hablar con ella.

Elisa: Ella no está aquí.

Alura: ¿Se ha marchado?

Elisa: No, ella aún sigue aquí solo que anoche me avisó que se quedaría de manera intermitente en casa de su novia.

Alura: ¿Novia? ¿A mi hija le gustan las mujeres?

Elisa: No lo sé, no sé si a Kara le gustan las mujeres o simplemente ella, lo que si se es que ya puedo considerar a esa joven su novia aunque claro todo es muy discreto.

Alura: ¿Cómo puedes tomar esto con tanta normalidad?

Elisa: Ya pase por esto, Alura. Y además no es un crimen amar.

Alura: Es una mujer.

Elisa: ¿Y?

Alura: Elisa, no es lo que una madre espera de su hija.

Elisa: Una madre espera que su hija sea feliz, que consiga cumplir sus metas y se realice como persona.

Alura: También que se case, tenga hijos y…

Elisa: Y vaya a las iglesias. - rie.- Alura, tu hija está lejos de aceptar eso ahora, es una mujer que tiene otra visión del mundo. - Toma asiento. - Es una mujer muy diferente a ti.

Alura: Yo… no sé cómo lidiar con esto.

Elisa: No tienes nada con lo cual lidiar Alura, Kara no está cometiendo un error o un crimen solo vive su vida como le parece correcto. Si ama a una mujer, está bien y si quiere casarse con ella y tener una familia que lo haga. Que haga aquello que le cause la satisfacción de sentir que eso es lo correcto. A nadie en el mundo le afectará, ni siquiera a ti porque simplemente no hace nada más que vivir.  Y si lo que te preocupa es que hablen tus cercanos, entonces seguiré creyendo que tú no sabes verdaderamente lo que es llevar tu maternidad y disfrutar de ella.

Alura: Simplemente no quiero que sufra y sea juzgada como yo lo fui.

Elisa: No veo eso, sino todo lo contrario. Parece que quieres que Kara acepte lo mismo que tú.

Alura: Mi vida no fue mala por escuchar a mis padres.

Elisa: ¿No fue mala? ¿Estás hablando en serio? Tus padres te obligaron a casarte con alguien que consideraban prometedor, cuando tú ya amabas a otra persona. Te obligaron a dejarla y callar.

Alura: A pesar de eso, pude volver a amar. Me volví a enamorar de quien hoy es el mejor compañero del mundo.

Elisa: Cuando llegaste años atrás a mi puerta, dijiste muy segura que tu compañera de vida era una mujer.

Alura: Una mujer que siguió adelante con su vida, una mujer que nunca más volví a ver.

Elisa: Y agradezco que lo hicieras, porque hubieras lastimado tanto a Lillian por tu cobardía.

Alura: Elisa, ella es pasado.

Elisa: No, ya no lo es.

Alura: ¿Qué?

El conteo de tus tatuajes Where stories live. Discover now