La situación era en verdad desconcertante. Shang Qinghua simplemente no podía comprenderla. Entre Mobei-jun y Shen Qingqiu, definitivamente Shang Qinghua tenía suficiente para su pobre cabeza.

Pensó que la llegada de Luo Binghe encarrilaría un poco más la historia, que Shen Qingqiu al verlo se llenaría de envidia y comenzaría a torturarlo. Pero no solo no lo torturaba, sino que todos los miembros del pico no se burlaban de él, lo trataban como parte de ellos.

¡Shang Qinghua no sabía qué estaba pasando!

Sentía que la historia que había escrito y la cual tenía que arreglar, estaba desviándose horriblemente. No solo el pico QingJing había cambiado, sino que también la actitud de Mobei-jun era diferente. ¡Y todo eso solo lo estaba asustando!

Miró los papeles en su escritorio. No sabía si eran tantos o se multiplicaron cuando se distrajo. Posiblemente la segunda opción. Últimamente, gracias a estos cambios en la historia, Shang Qinghua se distraía mucho más fácil que lo que lo hacía antes. Incluso Sun Lian lo había notado y, amablemente, le sugirió ir a ver a Mu Qingfan si no se sentía bien.

No creía que Mu Qingfan tuviera un remedio para sus males.

Suspiró, apoyando su frente contra su escritorio. Si seguía así explotaría.

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Mobei-jun miró a Shang Qinghua, el pequeño cultivador que suspiraba derrotado tras ver el montón de papeles en su escritorio. En esos meses tuvo el tiempo suficiente para averiguar más sobre este mundo. No tenía diferencia con el suyo, era como si hubiera viajado en el tiempo, poco después de conocer a Shang Qinghua. Le hubiera gustado regresar antes, quizás para el momento en que lo conoció.

En esos meses, descubrió que el trato que le dio a ese pequeño hombre fue el mismo que le dio la primera vez. Lo había maltratado a tal punto de que cada vez que Shang Qinghua lo veía temblaba o se apresuraba a mostrarle sus respetos. Esa forma en que el pequeño cultivador lo trataba, tan temerosa y distante, no hacía sentir a Mobei-jun para nada bien. Cada vez que lo veía tratarlo de esa manera, algo en él se removía y dolía. Le recordaba al Shang Qinghua que asesinó, al pequeño hombre que fue azotado hasta la muerte y que, con sus últimas fuerzas, le dijo que había sido leal solamente a él.

Ese recuerdo amargaba su corazón y ensombrecía su estado de ánimo.

Lo peor era que, en muchos de esos momentos, su tío estaba ahí para molestarlo y Mobei-jun había demostrado su disgusto por solo ver su cara. Si no fuera por su padre, a quien respetaba, ya lo hubiera asesinado.

Pero luego de la charla con Luo Binghe, consideró que podría darle un uso mejor a su tío. Seguramente sería un buen recipiente para que Meng Mo viva en él y pueda servir al futuro reinado de Luo Binghe. Además, de esa manera no estaría faltando a su padre, quien respetaba la vida de su desgraciado hermano que lo único que traía a su reino eran puros problemas.

No tendría que estar holgazaneando en el pico AnDing, no si recordaba que todavía tenía que ayudar a su padre a limpiar un problema que Lianguang-jun había dejado. Pero no quería ayudar a su tío, no cuando sabía lo traicionero que podía ser y que a pesar de todos los favores que su hermano le hizo, aun así todavía quería matar a su sobrino. Alguien así ni siquiera valía la pena dejar con vida. Su padre debió eliminarlo cuando todavía estaba a tiempo.

Pero por experiencia, sabía que no lo haría.

—Shang Qinghua—llamó.

El pequeño cultivador alzó la cabeza repentinamente, un atisbo de miedo en sus ojos. La amargura llenó el corazón de Mobei-jun. Solo lo había llamado, ¿por qué tenía tanto miedo?

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Where stories live. Discover now