La decisión del Sol y el Mar

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En un espacio infinito, con unas cuantas estrellas brillando por el lugar, se encuentra una figura encapuchada observando la estrella más brillante que hay.

_ Por qué te encuentras tan triste _ le pregunta la persona encapuchada a la estrella con preocupación.

La estrella, que generalmente se traslada de un lado a otro, actualmente se encuentra quieta y, aunque todavía es la más brillante del lugar, su brillo es un poco más tenue. Y ante la pregunta de la figura la estrella parpadea un poco, pero no muestra otra señal de que escucho la pregunta.

Mientras seguía viendo a la estrella, la persona piensa sobre lo que le podría estar pasando, y le sigue haciendo preguntas hasta que la estrella reaccione.

_ ¿Extrañas algo? _ le pregunto a la estrella.

Y justo cuando la persona terminó de hablar, la estrella, poco a poco, fue perdiendo su brillo. Al ver esto la figura encapuchada se preocupo muchísimo e intento animar a la estrella.

_ No te pongas triste, si quieres ver a alguien puedes ir a encontrarlo _ le dijo la persona a la estrella con voz suave y segura, mientras se iba acercando hasta quedar frente a la estrella.

Pero ante lo dicho por la persona la estrella se apago un poco más, generando que la persona se altere un poco y haga algo prohibido.

_ Ya esta, ya esta, tranquilo, ven aquí, yo te ayudare _ le dijo la figura a la estrella mientras la tocaba con sus dos manos.

En el momento en que la figura tocó a la estrella, la estrella destelló con fuerza, iluminando todo el espacio, y cuando se despejo la luz, se pudo distinguir a una nueva figura. Esta figura es más pequeña que la encapuchada y se encuentra toda de blanco.

_ Tranquilo, ven conmigo _ dijo con ternura la figura más grande a la más joven mientras la tomaba entre sus brazos y la abraza con cuidado.

_ ¿Qué pasó?, ¿dónde están mis nakamas? _ expresa sumamente confundido la persona de blanco mientras se deja manejar por la otra persona.

_ Tus nakamas se encuentran bien, están en el mismo lugar en el que estabas antes, y sobre lo que pasó, esa fui yo que te traje a este lugar _ explicó la persona encapuchada.

_ Ahh bueno, shi shi shi, estoy feliz de que estén bien _ exclamó riendo la figura más pequeña. _ Pero por qué me trajiste aquí _ le preguntó con duda a la otra figura.

_ Te estaba observando y me di cuenta de que te encuentras triste, y quería saber como animarte _ le contestó la encapuchada con voz clara y suave, a la vez que se sentaba en el suelo con la figura más joven en su regazo y con sus manos le acaricia el cabello.

_ Uhh gracias, pero no tienes que hacer nada, estoy feliz _ dijo el más joven mientras se deja mimar, ya que puede que no sepa quien es la otra persona pero esta se siente segura y conocida.

_ Si, pero también te sientes triste y por eso quiero ayudarte hijo_ le dijo la más grande con amor, mientras lo sigue estrechando entre sus brazos.

_ Ahh _ suspiro con melancolía la figura de blanco a la vez que se acurrucaba en la otra figura. _ Es que extraño a mi hermano y hoy es la fecha en la que murió _ explicó con tristeza, escondiendo su rostro en el pecho de la otra persona.

Y con esa explicación todo se aclaro para la persona encapuchada y se reprochó por no acordarse de la muerte de Ace, ese joven también era una estrella brillante en el espacio, con un motivo como ese sería muy complicado animar a alguien, ya que toda muerte es triste.

_ Lo siento Luffy, Ace era una estrella muy brillante y un excelente hermano mayor _ consolaba la figura encapuchada a Luffy, abrazándolo más fuerte.

Ante eso Luffy solo asintió, ya que se le cerro la garganta y no pudo pronunciar ninguna palabra, él no sabe quien es esa persona pero él puede sentir que en verdad lamenta la muerte de Ace.

_ ¿Cómo te llamas? _ le preguntó Luffy con la voz un poco temblorosa, por todas las emociones que esta sintiendo, cuando por fin pudo pronunciar algo y alzando la mirada para mirar a la encapuchada a los ojos.

_ Tengo muchos nombres, pero tu mi sol me puedes llamar mamá, solo si quieres sino puedes llamarme Mar_ le dijo Mar a Luffy con ternura y amor acariciando su cabeza.

_ Esta bien mamá shi shi shi _ declaró Luffy riendo suavemente al final. Él nunca tuvo una mamá, las únicas figuras maternas que tuvo son Makino y Dadan, pero esta señora se siente familiar y pude sentir todo su amor, algo en su interior la reconoce como su madre.

_ Gracias Luffy _ le dijo Mar con la voz ahogada, llena de felicidad, ella valora mucho la elección de Luffy y por eso, y por muchas otras razones, es que le está por ofrecer algo que seres como ella tienen prohibido hacer.

Ante su agradecimiento Luffy continuo riendo pero la abrazó con más entusiasmo.

_ ¿Qué harías si pudieras cambiar el pasado? _ le preguntó Mar a Luffy. _ ¿Sí pudieras lo harías, aunque te cueste todo tu presente y tenga consecuencias que no sabrás, aun así lo harías? _ continuo preguntando Mar con seriedad.

_ Queee, por qué dices esas cosas, que acaso tienes una fruta del diablo que te permita viajar en el tiempo, pero espera, que no es que esa fruta sólo permite viajar hacia el futuro, porr_ preguntó Luffy todo confundido y un poco molesto, ya que a él no le gusta pensar en esas cosas, porque cuando se entero de la fruta del tiempo lo primero que pensó es si podría salvar a Ace, pero en un segundo dejo de lado esa idea, ya que sabe que es imposible y le prometió a su hermano que viviría la vida sin arrepentimientos.

_ Tranquilo Luffy, déjame resolver tus dudas, lo primero que tienes que saber es que soy una diosa y lo que te propuse esta en mi poder, eso si, tienes que tener en claro que todo tiene un costo, podrías salvar a tu hermano, pero también podrías perder a otro o hasta a tus nakamas _ le explicó la diosa Mar a Luffy lentamente con sumo cuidado, ya que lo conoce bien y antes de que Luffy tome una decisión tiene que entender todo lo que implicaría.

_ ¿Podría salvar a Ace? _ le preguntó Luffy con voz temblorosa y con los ojos bien abiertos.

_ Si Luffy lo puedes salvar, pero hay muchos riesgos si tomas esa decisión _ le contestó Mar con voz suave y severa.

Pero a Luffy nunca le importaron los riesgos, él vive su vida sin arrepentimientos y sabe que si no intenta salvar a Ace lo lamentará toda su vida, sus nakamas lo entenderán si ya lo conocen y sino lo pueden volver a conocer, ya que él es egoísta y lo quire todo a sus hermanos y a sus nakamas, él es un pirata después de todo y él quiere ser el Rey de los Piratas.

_ Si quiero, por favor ayúdame a salvar a Ace _ le dijo Luffy con firmeza, mientras se arrodillaba frente a la diosa y mirándola a los ojos bajo un poco su cabeza para hacer una reverencia.

A lo que la diosa lo detuvo y parándose a los dos, para que queden de pie frente a frente, tomo sus manos y le dijo.

_ Esta bien, pero no te arrodilles ante mi ahora que me reconociste como madre, te ayudare porque te amo hijo mio y ningún hijo le tiene que rogar a sus padres_ le expresó la diosa a Luffy con ternura y amor mirándolo a los ojos.

_¡Gracias! _ gritó Luffy abrumado y saltando a abrazar a la diosa Mar, quien lo recibió con los brazos abiertos.

_ Bien vamos ahora, ¿listo? _ le dijo Mar a Luffy mientras siguen abrazados.

_ ¡Sí, vamos! _ le contestó Luffy con seguridad mirándola a los ojos.

Tranquila por la seguridad de Luffy se preparo para el viaje, pensando cuál sería el mejor momento para cambiar, y una vez que lo decidió sujeto con fuerza a Luffy y en un destello segador desaparecieron, dejando el espacio estrellado vacío.


 La Estrella Más Brillante (Reacción a One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora