17 La Puerta

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Juliana
 
Me levanté temprano por la mañana después de la cena y me dirigí a la planta baja para empezar a desayunar, dejando a Valentina durmiendo. Puse la radio en una emisora de jazz local y me puse a trabajar en las frittatas de espinacas y champiñones.

Mientras exprimía un poco de zumo de naranja fresco, mi teléfono vibró con un mensaje de texto entrante. Era una imagen. De Nayeli.

¿Qué quiere?

Al principio, estuve tentada de ignorarlo, pero llegó otra imagen, y luego otra. Me picó la curiosidad y pulsé el teléfono para abrir las imágenes. Me sorprendió lo que vi.

En mis mensajes había tres fotografías de Valentina y yo. Estábamos juntas con demostraciones de afecto muy sugerentes como éramos nosotras. De repente me sentí violada y sucia. No sabía si llorar o vomitar.

Entonces sonó mi teléfono con una llamada de Nayeli.
Contesté al primer timbrazo.

-¿Qué demonios has hecho?

-¿Qué he hecho?, se burló su voz. -Yo no soy el que está cometiendo adulterio aquí, cariño. Todo lo que hice fue confirmar mis sospechas con un investigador privado.

La extraña sensación de ser observada hace unos días tenía sentido ahora. El investigador privado había estado husmeando, y estaba seguro de que eso era lo que había visto en las sombras. Volver a mirar las fotos lo confirmaba. En la primera fotografía, el outfit que había llevado a la fiesta de cumpleaños seguía parcialmente pegado a mí.
Fue el mismo día.

-El allanamiento es ilegal, fue lo único que se me ocurrió decir.

Nayeli se rió.

-¿Eso es todo lo que tienes? De todos modos, no estaba invadiendo. Estaba técnicamente fuera de la propiedad. Consiguió las fotos a través de la valla de seguridad. -¿Por qué hiciste esto? Le pregunté.

-Sólo para mantener la posición de mi esposa en caso de que intentes llevarme a los tribunales, dijo Nayeli. -¿Cómo vas a explicarle a un juez el hecho de coger con la mujer a la que casualmente le debo ciento cincuenta mil dólares?

-Hija de puta!!!.

-Sh sh shhhh. No quería jugar sucio, cariño. Pero no me dejaste otra opción. Así que... ¿qué estás haciendo? ¿Cogiendo con esa tipita para que no te haga pagar la deuda?

-NO!!!, no es así, respondí, aunque me dolió saber que Nayeli estaba realmente muy cerca de dar con la verdad. Al menos así había sido el acuerdo al principio.

-El juez se creerá eso, se burló Nayeli. -Por no hablar de lo que pasará cuando lo haga público. Los medios de comunicación van a tener un día de diversión. Valentina Carvajal quedará arruinada. Imagínate el escándalo: Valentina "Carvajal extorsionando con sexo a alguien en deuda".

-¡Eso no es verdad! Grité. ¡Ella se preocupa por mí!

Nayeli dejó escapar otra risa monstruosa.

-¡¿Eso es lo que crees?! Oh, July eres aún más ingenua de lo que pensaba. ¿Tienes tan poco respeto por ti misma? No eres más que una versión pobre de su esposa.

Se me heló la sangre.

-¿De qué demonios estás hablando? Exigí.

-El investigador privado también encontró eso. Aunque no es tan difícil de encontrar si sabes qué buscar. Pero lo que quiero saber es si no te hace sentir aunque sea un poco raro que te coja una mujer porque eres la doble de alguien?

-No sé a qué juego estás jugando, Nayeli, pero no va a funcionar. Voy a colgar ahora.

-Espera, le oí decir mientras me apartaba el teléfono de la oreja. -¿Hablas en serio? ¿No lo sabes?

MienneWhere stories live. Discover now