The Brother Complex {Kagehina Omegaverse}

¡16!

-¡Eso no cuenta!- Le reclamó el Omega, Kageyama se rió.
-Si cuenta.- Morita, que estuvo callado  al ver a ambos hablando, aulló.
-¡Ves! Morita sabe que eso es trampa.- Dijo de nueva cuenta.
-Está abogando por mí, de hecho.- Le dijo el menor. El perro volvió a aullar.

-Que no.-
-Que sí.-

Ambos se miraron de manera retadora, antes de Shoyo suspirar.
-Diré que sí solo porque hoy es tu cumpleaños.- Le dejó el cupcake en su buró antes de sentarse a su lado.
-¿Y? ¿Qué quieres hacer por tu cumpleaños?- Le dijo el mayor, Kageyama sonrió.
-¿Me puedes dejar dormir?- Le dijo con cierto aire sarcástico.
El pelirrojo soltó una fuerte risotada.

Había recibido un balón de volleyball y una sudadera por parte de Hinata. Los mensajes de los chicos del Karasuno felicitándolo, así como de aquellos chicos a los que ayudó y cuidó durante su época de estudiantes no faltaron.

Solo faltaron los mensajes de sus padres y hermana.

-Ey, no estés triste, Tobio.- Lo consoló Hinata al final del día, dándole un abrazo superficial.
-No estoy triste, Hinata.- Le dijo con una sonrisa forzada.
-Ajá... Oye, te traje una sorpresa desde Miyagi.- Dijo el pelirrojo, se escuchó un timbrar fuerte desde la puerta.

-Y creo que ya llegó.- Se levantó del sillón donde ambos estaban sentados.
-Vamos, ya me diste demasiadas cosas por mi cumpleaños.-
-¡Ay, por favor! ¡Estoy seguro de que te va a sacar una sonrisa!- Abrió la puerta. Ahí parado, estaba el rubio Kei junto a Yamaguchi.

-¡Feliz cumpleaños, Kageyama!- Le dijo el pecoso.
-La próxima vez cumple años un día que haga menos frío.- Le dijo el Alfa de lentes. Ambos pasaron al departamento.

-Resulta que Kei va a entrar al equipo en que juego actualmente, y decidí invitarlo a verte porque... Bueno, es tu único amigo... De tu edad. ¡Ah, y también quería conocer al Omega que enamoró a Tsukishima!- Abrazó cariñosamente a Tadashi.
-Feliz cumpleaños, rey subnormal.- El rubio le dió una bolsa, en ella había una bufanda.
-La bufanda la escogí yo.- Dijo Yamaguchi.
-Tsukki no te quería traer nada.- El pelirrojo se rió fuertemente ante la declaración del menor.

Ushijima se encontraba muy de vez en cuando con Oikawa Tooru. El castaño salía en la mañana y regresaba muy entrada la noche.

Era raro verlo. Una vista poco común.

Pero ahí estaba, sentado en la calle, acariciando un gato negro.

-Oh.- Dijo el Omega al verlo.
-Hola, señor Oikawa.- El mencionado frunció el ceño.
-¡¿Señor?! ¡Para su información, Don anciano, tengo apenas veintinueve años y-!- Ahora fue Wakatoshi quien lo interrumpió.
-Yo tengo veintisiete. Puedo decirle señor.- Le dijo seriamente.

-...¿Veintisiete? ¿No te pones crema en la cara o qué? Te pareces a mi abuelito.- Le dijo incrédulo, el mayor se quería reír, pero estaba tratando de aguantar.
-¿Es su gato?- Se sentó a su lado.
-No. Es de la calle. Me lo voy a robar apenas pueda.- Dijo pasando la mano sobre su cabeza.
-¿Cómo lo va a nombrar?- El mayor pensó unos segundos.

-Iwa. Iwa-Chan.- Le dijo con una sonrisa fuertemente marcada.

Ambos miraban al animal en silencio.
-¿Tienes mascotas?-
-No. Mi pareja tiene un perro.- Le dijo viendo al gato, lo tomó entre sus manos.
-Pero me gustan más los gatos.-
-A mi también.- Le dijo apoyando su cabeza sobre sus rodillas. Ambos se miraron a los ojos.

-... Estoy seguro que te he visto en alguna revista...- Dijo el Alfa, el dominante sonrió, orgulloso.
-¡Pues obviamente! ¡Estás ante el increíble Oikawa Tooru, uno de los modelos más importantes a nivel nacional!-
-¿Cuanto tiempo lleva modelando...? Sé que lo ví... En una revista cuando yo tenía unos quince años... Usted ya estaba en sus veinte, ¿Verdad?- Le dijo de manera burlona.
-¡Apenas te llevo dos años!-
-Dos...cientos.-

Tobio cambió de equipo. Había conocido a gente admirable e increíble, Horai, que era apenas un año mayor, era alguien excepcional. El peliblanco tenía un aire muy similar a Hinata, pese a ser un Beta.

Era como un Hinata enojado.

Le agradaba, bastante, y lo consideraba un buen amigo. Había aprendido a la mala a no buscar a Hinata en alguien más, solo había uno como él. Lo mismo iba para todos los demás. 

Empezaría a jugar para otro equipo, pero había algo en claro: el MSBY está fuera de sus límites.
Hinata se lo había dicho. Ya era suficiente que le diera alojamiento y que estuviera viviendo cómodamente, cuando la mayoría de los becados necesitaban uno o dos trabajos extras para poder mantener un estilo de vida modesto (Shoyo trabajó como cajero en una pizzería y como conserje en una tienda de ropa prestigiosa) ahora, si entraba al mismo equipo que él, nunca lo tomarían en serio como deportista y sería solo un Nepobaby más, el chico favorecido por Hinata Shoyo, el primer Omega en jugar a nivel profesional.

Eso seria malo para su imagen.

Respecto al asunto de su fertilidad... No les había dicho nada.
No tenía el valor de decirle a Ushijima que no lo reconocía como su Alfa, y no tenía el valor de decirle a Tobio que lo quería de esa manera.

Kageyama... Kageyama era un niño. No importaba que lo reconociera como un Alfa. Era... Pequeño.